12 agosto 2019

La historia se repite: Vilanova revive los aguaceros de 1964, 55 años después

Medio siglo después, la historia se repite. Vilanova y la Geltrú ha vivido este 12 de agosto la peor catástrofe meteorológica de las últimas décadas. Cientos de árboles arrancados, palmeras por el suelo, mobiliario urbano arrasado, cortes de luz, inundaciones, destrozos en vehículos y edificios, enfondraments el puerto de Vilanova. La ciudad ha quedado herida y emocionalmente, los de Vilanova y vilanovinas tardarán en reponerse del chasquido que a las cuatro de la madrugada ha barrido la comarca.
Justamente hace 55 años, un 12 de agosto de 1964, a las cuatro de la tarde, Vilanova y la Geltrú vivía un episodio similar que marcaría la historia contemporánea y quedaría grabado a fuego en la memoria colectiva. La tormenta agravarse, especialmente en el norte de la ciudad. Rayos, truenos y fuertes vientos acompañaron una gran tromba de agua y granizo que desbordó los torrentes de la Pastera y de San Juan, generando una enorme riada que arrasó con todo lo que encontraba a su paso: desde animales y cultivos hasta vehículos, puentes y las playas. Los aguaceros del 12 de agosto de 1964 no provocaron ninguna víctima mortal -como tampoco lo ha hecho la tormenta de este lunes- pero dejaron pérdidas por valor de 100 millones de pesetas de la época, con viviendas, infraestructuras y campos devastados.
El temporal dejó en la ciudad hasta 88 litros de agua por metro cuadrado en una hora. Hoy, los registros han dejado también cifras récord: cerca de 50 litros por metro cuadrado caídos en media hora. Esta vez, según el primer recuento del consistorio ha habido más de un centenar de árboles caídos, una veintena de palmeras también tumbadas en el suelo, decenas de calles cortadas y la circulación interrumpida en la mayoría de pasos bajo la vía. También han quedado dañadas unas tuberías de agua y gas de una calle céntrica de la ciudad, se han constatado daños en los patios de diferentes escuelas y canchas deportivas públicas, y ha habido desperfectos en los chiringuitos de las playas.
El temporal de viento y lluvia que este lunes por la madrugada cayó al Garraf ha provocado numerosos destrozos en calles y fincas particulares. Uno de los municipios más afectados ha sido Vilanova y la Geltrú, donde el Ayuntamiento asegura que la tormenta ha causado las peores destrozos de las últimas décadas. Más de un centenar de árboles caídos, decenas de palmeras tumbadas medio de la calle y varios establecimientos cerrados por inundación protagonizan un paisaje que el gobierno municipal ha definido como "desolador". Este lunes, el Ejecutivo prevé concretar el recuento de los desperfectos en una reunión con los jefes de servicio de emergencias en el que se estudiará la petición de ayudas a otras administraciones.
El aguacero ha sorprendido la ciudad con cerca de 50 litros por metro cuadrado caídos entre las 3.30 hy las 4 h, según ha detallado este lunes el alcalde accidental de Vilanova, Jordi Medina. La lluvia, además, ha ido acompañada de un fuerte viento que ha arrasado buena parte de las calles, especialmente en la zona marítima.
Según el primer recuento del consistorio -hecho público a las 11 h-, ha habido más de un centenar de árboles caídos, una veintena de palmeras también tumbadas en el suelo, decenas de calles cortadas y la circulación interrumpida en la mayoría de pasos bajo la vía. También han quedado dañadas unas tuberías de agua y gas de una calle céntrica de la ciudad, se han constatado daños en los patios de diferentes escuelas y canchas deportivas públicas, y ha habido desperfectos en los chiringuitos de las playas.
"Hemos doblado el personal de limpieza de la vía pública para atender esta catástrofe", afirmó Medina, que ha asegurado que hacía, como mínimo, más de 20 años que la ciudad no sufría unos destrozos generales de esta magnitud debido un temporal. El alcalde accidental ha lamentado que la tormenta también afectó varias propiedades privadas, tanto en cuanto a desprendimiento de cornisas como inundaciones en tiendas y restaurantes, sobre todo en la fachada marítima.
Ante esta situación, el gobierno prevé reunirse "con carácter urgente" este lunes para evaluar todos los daños con más concreción, recopilando los datos de todos los servicios de emergencias. Aparte de cuantificar el coste de los destrozos, el Ejecutivo valorará también la posibilidad de pedir ayudas a otras administraciones "para restablecer el orden en la ciudad, como principal prioridad". Preguntado por la petición de la declaración de zona catastrófica, Medina ha pedido prudencia y ha dicho que "no se descarta nada".
El alcalde accidental ha asegurado que los servicios municipales se esforzarán al máximo para retirar los árboles de la vía pública y recuperar la normalidad, especialmente teniendo en cuenta que esta semana se espera una afluencia mayor de visitantes coincidiendo con la festividad del 15 de agosto y el fin de semana largo. Medina confía en que los desperfectos de este lunes no afecten las reservas en los hoteles y restaurantes.