25 agosto 2019

Cripta Gaudi 24-08-19

Dedicamos este sábado 24 de Agosto a visitar la Colonia Güell y su tesoro mejor guardado y patrimonio de la humanidad, "La Cripta" del arquitecto Antoni Gaudí.
Se trataba de una visita guiada en castellano que compramos por la Red a razón de 9,5€, que se inicia a las 12:00 y con una duración aproximada de dos horas.
Salimos de casa con tiempo suficiente para una vez que llegamos a la Colonia Güell poder pasear por sus calles, comprar alguna fruta en un pequeño mercadillo de payeses y tomar un café antes de dirigirnos al punto de encuentro desde el que iniciamos puntualmente nuestro recorrido acompañados de Jordi, nuestro estupendo guía.

Caminar por una colonia es como retroceder más de 100 años en el tiempo para imaginarnos cómo era la dura vida de un obrero y su familia en un entorno donde el trabajo en la fábrica era el eje de las vidas de todos los integrantes de la población.
Nos dirigimos hacia la zona del parque pasando junto a  Ca L'Ordal desde donde Jordi nos fue detallando los orígenes y los diferentes acontecimientos surgidos alrededor de la Colonia. Continuamos nuestro 
recorrido dejando a ambos lados de la calle las viviendas de dos plantas, tipo pareadas que en su momento ocuparon las familias de los
obreros de la fábrica textil y hoy propiedad de sus descendientes.
Así llegamos a la plaza de Joan Güell, donde de nuevo nuestro guia nos detalló las características de la plaza, la escultura de Eusebi Güell creador de la Colonia. Su padre era Joan Güell y Ferrer, oriundo de Torredembarra, un indiano que amasó una enorme fortuna en Cuba y fue promotor de diversas industrias a su vuelta a Barcelona. En 1840 fundó en Sants la fábrica El Vapor Vell, que consiguió la exclusiva de la fabricación de panas en España.
Eusebi, al igual que su padre, creó nuevas empresas en los sectores más prometedores del momentoNos situamos a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1890 cuando Eusebi Güell, político y empresario del textil catalán, inició un ambicioso proyecto empresarial con la construcción de una gran fábrica en Santa Coloma de Cervelló, una localidad situada a algo más de 20 kilómetros de Barcelona. La tendencia de la industria en estos años era buscar localizaciones alejadas del centro de Barcelona buscando principalmente lugares próximos a los ríos para aprovechar la energía hidráulica que se podía conseguir como alternativa a la cada vez más cara energía proporcionada por el carbón y sobretodo buscando lugares alejados de los grandes conflictos laborales que azotaban las fábricas barceloninas de la época.
Destaca en la plaza uno de los edificios "El Ateneo Unión" que fue una de las primeras instituciones de la colonia, fundada en una fecha anterior a 1899. Era una sociedad recreativa con salón-café, billar y biblioteca. En el teatro se hacían representaciones, generalmente por la noche, para divertir al pueblo los días de fiesta. De esta manera los trabajadores no tenían que salir de la colonia ni siquiera para distraerse. Hoy la planta baja está ocupada por un restaurante y el resto del edificio está en desuso. En la fachada del teatro anexo al Ateneo, hay una puerta principal flanqueada por dos ventanas que destacan por sus rejas de hierro forjado donde aparece la fecha 1903. Otro edificio a destacar en la plaza es la farmacia, curiosamente propiedad de nuestro guia y donde actualmente reside. Una vivienda que era la vivienda del farmacéutico al tiempo que el despacho de farmacia y que pasaba de padre al hijo siempre que este tuviera la carrera de farmacia, algo que era facilitado por el señor de la colonia. Lo mismo ocurría con la vivienda del médico, del administrador etc. En esta misma plaza esta la panadería  que continúa dando servicio a esta comunidad.
Cerca de la plaza se encuentra la escuela y la casa del maestro, dos edificios modernistas a los que no pudimos acceder por estar en pleno proceso de restauración debido a su mal estado. La escuela dejó de funcionar como tal en el 2007, y la casa del maestro fue una guardería hasta hace tres años. Aún está el mobiliario en su interior, y de las paredes cuelgan fotografías de los pequeños que ocuparon las aulas.

A continuación pasamos junto a uno de los edificios más singulares de la colonia "Ca L'Espinel". Era la casa del administrador de la fábrica. Actualmente es una casa privada. Lo que más llama la atención de esta construcción es sin duda su mirador en forma de torreta medieval. 
A lado se encuentra  la residencia  del médico de la Colònia Güell, que lo era también Santa Coloma de Cervelló.
En aquella época gloriosa, los niños comenzaban a trabajar a los siete años y se les adjudicaba los trabajos más ingratos y peligrosos, las mujeres hacían los trabajos manuales, y los hombres los trabajos que requerían mayor esfuerzo físico. La presencia del médico se entiende más como una política de mantenimiento del material de trabajo que como el resultado de una convicción moral o religiosa. 
De regreso hasta nuestro punto de encuentro pasamos junto al convento de monjas que funcionaba al tiempo de hospital y guarderia para los hijos de la trabajadoras mientras estaban en la fábrica y por la casa del secretario, un singular edificio que tiene unas características que lo hacen diferente al resto de edificios de la colonia. Destaca el gran balcón por su estructura por la decoración y por la presencia de la figura de un murciélago (Rat penat) de hierro sobre la puerta. Nuestro guia Jordi aprovechó para relatarnos la leyenda que relaciona el murciélago con Jaime I el Conquistador y el reino de Valencia.
Hacemos un pequeño receso junto al área de interpretación, para proseguir nuestra visita hacia la Cripta de Gaudí. 
La cripta Güell es uno de los lugares más visitados de Barcelona. Gaudí, como era habitual en todas sus obras diseñó un edificio único, con unas geometrías imposibles y ubicado en lo alto de una colina para dominar toda la colonia. Eedificio actual es solo un 20% de la idea inicial de Gaudí. En la gran maqueta original, de unos cuatro metros de altura que permitió diseñar su estructura sin hacer prácticamente cálculos, en la parte superior de la construcción actual se situaban varias cúpulas y torres con una fisonomía similar a las proyectadas en la Sagrada Familia, la gran obra de Gaudí.  Por desgracia, al enfermar Eusebi Güell, el gran mecenas de Antonio Gaudí durante más de 30 años, los herederos del mismo paralizaron las obras de la iglesia ya que la inversión necesaria para la misma era demasiado grande.
El interior de la cripta está diseñada de forma ovalada y se sustenta principalmente con cuatro columnas inclinadas de piedra basáltica que delimitan la parte central de la cripta que se encuentra rodeado por otros nueve pilares está vez de ladrillo visto. Esta disposición, junto con la forma especial de los bancos hace que cualquier persona que esté atendiendo a una ceremonia tenga vista directa al altar.
También destacan las coloridas ventanas, algunas de las cuales tienen un “sofisticado mecanismo para que se puedan abrir y ventilar la sala, que son una alegoría a la naturaleza destacando unos colores vivos que simulan a mariposas, pinos, flores…La Cripta fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en julio de 2005.
Finalizada la visita nos dirigimos a la zona de interpretación donde pudimos ver un pequeño museo dedicado a la colonia. Eran casi las tres de la tarde y empezamos a pensar en comer algo. nuestra primera intención fue la de acercarnos al CC de Splau en Cornellá pero paramos junto al bar Ateneu y como tenían menú, decidimos quedarnos a comer en su terraza que por cierto incrementaba el precio del menú de 12€ +1,5€. Claramente nos equivocamos y como consecuencia esta es la reseña que escribí en Triadvisor después de esta desdichada experiencia.
Fue un error no haber leído previamente las opiniones sobre este "Seudo Restaurante". Todavía no eran las tres de la tarde cuando nos sentamos en su terraza con la intención de comer algo. De entrada tienen un cartel donde aparecen los platos que ofrecen como menu del dia a 12 €, pero lo que destaca en la parte superior es un precio de 10€ que si no te fijas bien parece el precio del menú, cuando es solo el importe de 1/2 menú. Eso lo descubrí a la hora de pagar. Además si te apetece comer en la terraza tienes que añadir 1,50€ por persona. El camarero que nos atendio me informaba que este extra en la terraza era de 2€, así estaba de enterado el muchacho. El camarero deambulaba por entre las mesas "chino chano". Cuando por fin nos vio, tomó nota de nuestra comanda: Fideua, ensalada, y dos de secreto de cerdo. Pasado un rato se acerca a preguntarnos por la bebida (solo entra en el menu agua o vino), el pan nos lo trae cuando estamos con el segundo plato y porque se lo pedimos expresamente. Poco después se acerca para comunicarnos que no queda fideuá, cambiamos a paella. Pasa un rato y nos informa que la paella se ha agotado, cambiamos a ensalada. Pocos minutos después no informa que el secreto se ha terminado y lo cambiamos por filete de emperador. Llegamos a pensar que se estaba riendo de nosotros pero nos comenta que es que no le informaban de nada. Por fin la ensalada, sencilla que no aportaba nada excepto algunas hojas de lechuga lacias que no deberían haberlas incluido. El "Filetito" de emperador nos lo sirven rebozado (nunca lo había visto cocinar así), con guarnición de más ensalada. De postre pedimos flan con nata y yogur natural. Para no perder ritmo, me informan poco después que el yogur se ha terminado, así que no tuve más remedio que optar por el flan industrial. En fin una comida para olvidar. El servicio pobre, la calidad peor que mediocre y el precio totalmente desajustado. Para no volver y desde luego para no recomendarlo ni a mi peor enemigo.
Regresabamos a casa sobre las cinco de la tarde. FIN