30 julio 2019

Escapada a Cantabria (27-30 Jul 2019)

Coincidiendo con un viaje de Alma-Dani a Gante con unos amigos para disfrutar del concierto de un grupo de música, Zoe se quedaba esos días con nosotros y decidimos organizar una escapada a Cantabria con el objetivo fundamental de visitar "El Parque de la Naturaleza de Cabarceno". 
Reservamos previamente un alojamiento en el Hotel "Las Anclas", en la localidad de Astillero muy bien ubicado de cara a visitar el parque. Un hotel tranquilo, situado a 5 minutos a pie de la estación de tren de Astillero, se encuentra a 9 km de de Santander y a 10 km del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
La situación de Astillero, está determinada geográficamente por las rías que lo rodean: la ría de Solía, la de ría del Carmen y la de Astillero. 
Debe su nombre a que en el municipio se situaron desde el siglo XVI los astilleros que dan servicio al Puerto de Santander y que aún en la actualidad se encuentran en uso. La confluencia de las rías y la costa de la bahía forma una gran extensión de humedales donde anidan durante todo el año diversas aves migratorias. Astillero se convierte en ayuntamiento en el año 1793Históricamente, este municipio ya pudo tener gran interés minero a raíz de la exportación de mineral de hierro extraído de la cercana Peña Cabarga desde tiempo de los romanos. Posteriormente, la presencia de grandes bosques y su situación estratégica en la parte sur de la bahía de Santander favorecieron el asentamiento en Guarnizo de unos astilleros ya desde finales del siglo XVI. En sus gradas se construyeron grandes buques, lo que dio lugar a una gran actividad económica que atrajo a numerosa población, origen de lo que hoy es el municipio de Astillero. Una presencia que aún pervive en las instalaciones de la empresa "Astilleros de Santander". Fueron muchos los buques que se botaron en las gradas de los astilleros, dos de ellos, el San Juan Nepomuceno (1766) y el Real Felipe (1731), han pasado la historia de la Marina española por su participación en diversas batallas navales como la de Trafalgar el primero de ellos y la de Tolón el segundo.
Iniciamos nuestra escapada el sábado 27 hacia las 9 de la mañana. Hicimos la primera parada en el área de "Los monegros" de la AP-2, donde tomábamos un pequeño refrigerio. A poco de incorporarnos a la autopista nos esperaba un atasco kilométrico que demoró dos horas nuestro viaje. Nos desviaron por la salida 3 de la AP-2, hacia la N-II para volver a incorporarnos por la entrada 2.
Continuamos nuestro viaje ya sin incidentes y parando en un par de ocasiones para repostar y comer algo (Áreas de servicio de Tudela y Logroño).
Llegamos al hotel hacia las 19:30 y tras aparcar en doble fila frente a la entrada, nos atendió Carlos, una persona muy amable que nos dio todo tipo de explicaciones sobre el hotel, parking, lugares para cenar algo etc.
Tras asearnos y deshacer la maleta nos dirigimos al centro de la ciudad con la intención de picar algo para la cena, dando previamente un paseo por los alrededores para comprobar las ofertas gastronómicas. Finalmente paramos en una terraza cubierta de la plaza de abastos en "La taberna del mercado 1915", donde tomamos unas tapas. Pasadas las 21:30 y después de dar un corto paseo nos dirigimos hacia el hotel, había sido un dia duro, teniamos que descansar y preparar el programa de visitas para el dia siguiente.
Teníamos incluido el desayuno en el precio del hotel, no estaba mal, quizás poca variedad pero en general aceptable. Bajamos a la 1ª planta hacia las 08:30 donde se situaba el salón con el buffet y hacia las 9:30 salimos del parking de la iglesia de San José próxima al hotel, donde habíamos aparcado el coche,  para iniciar camino hacia nuestro primer objetivo, Altamira a poco más de 30 Km de Astillero.
La cueva de Altamira no está abierta al público en general, así que visitamos la réplica, la Neocueva en el Museo de Altamira, ubicado a escasos metros de la cueva original. 

La cueva original solo permite una visita a la semana para cinco personas, de 37 minutos de duración, bajo un estricto protocolo de indumentaria e iluminación, y con un recorrido y tiempos de permanencia definidos para cada zona de la cueva.


La cavidad se encuentra en el interior del recinto del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, sito en la localidad de Santillana del Mar y fue descubierta, en 1875, por M. Sanz de Sautuola.

Altamira es enormemente rica en muestras de arte paleolítico, las cuales se distribuye por casi toda la cueva, siendo el vestíbulo y la denominada cola de caballo (galería final de la cueva), las zonas de mayor concentración. La Sala de los Policromos, sin duda el panel más conocido del Arte Paleolítico mundial y que ha sido denominada la Capilla Sixtina del arte cuaternario, contiene un gran conjunto de bisontes, aproximadamente una veintena, de gran tamaño y generalmente bicromos y grabados. Junto a ellos, y con las mismas técnicas de realización, hay una gran cierva, dos caballos y varios signos, entre ellos grandes claviformes en rojo con protuberancia central. En la conocida como cola de caballo, destacan las conocidas máscaras, realizadas aprovechando las protuberancia de la roca y pintadas en negro.

Por ser domingo la entrada era gratuita y elegimos la visita guiada a las 11:15, mientras se hacía la hora recorrimos la zona anexa donde se encuentra el museo que es un centro para la conservación, investigación y difusión de la cueva de Altamira donde pueden verse talleres de tecnologías prehistóricas y la exposición permanente «Los tiempos de Altamira», con objetos procedentes de dicho yacimiento.

A la hora prevista iniciamos nuestra visita a la Neocueva. El amplio número de personas que deseaba ver la cueva y el largo periodo de espera para acceder a ella (más de un año) hizo plantearse la necesidad de construir una réplica, la llamada Neocueva de Altamira, la reproducción más fiel que existe de la original y muy similar a como se conocía hace 15.000 años. En su interior se puede contemplar una reproducción de las famosas pinturas del Gran Techo de la cueva. En esta reproducción se utilizaron las mismas técnicas de dibujo, grabado y pintura que emplearon los pintores paleolíticos. La reproducción se llevó a tal extremo que durante el estudio de las originales se descubrieron nuevas pinturas y grabados. Tras la visita que duró una hora, tomamos un ligero refrigerio en la cafetería del museo, reiniciamos nuestra ruta dirigiéndonos esta vez a nuestro segundo objetivo "La cueva del Soplao" distante a unos 44Km de donde estabamos. 

Aparcamos cerca de las taquillas hacia las 13:10 y compramos tickets(30€) para la isita guiada de las 14:30. Mientras tanto aprovechamos para comer algo en el Self Service de la cafetería, hoy tocaba pollo asado y algo  de postre. Esperamos a que llegara nuestra hora de entrar paseando por los alrededores donde estuvieron instaladas las minas de La Florida. Una de las galerías "La Isidra", es la más antigua, abierta entre 1908-1910. En la actualidad es el acceso que comunica con la Cueva El Soplao para las dos modalidades de visita turística. La Cueva va íntimamente ligada a las labores del Grupo Minero de La Florida. En los primeros momentos la actividad extractiva se realizaba a cielo abierto en el alto de
La Florida. En esos años se inicia el avance subterráneo a través de la construcción del túnel de La Isidra. En este avance los mineros se encuentran con que en el interior de la sierra existe una cueva. Este primer contacto de la cavidad probablemente no fue del agrado de la compañía, dado que la oquedad suponía, obviamente, una ausencia de mineral. Sin embargo, rápidamente supieron dar uso a estas galerías naturales excavadas pacientemente por el agua durante miles de años. De tal forma, las
acondicionaron para comunicar distintos frentes de explotación dispersos por la montaña, para transportar personas y mineral o para proporcionar oxígeno a las galerías mineras. De tal forma, en un mismo medio subterráneo se aúnan, de forma natural y sin estridencias, la belleza del patrimonio geológico y la sorprendente arqueología industrial minera.

"El Soplao", es un término minero alusivo al aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxígeno, de ahí el nombre de la cavidad.

La cueva El Soplao, descubierta a principios del siglo XX con motivo de
la explotación de las minas de La Florida, está considerada una de las grandes maravillas de la geología, atesorando un auténtico paraíso de espeleotemas(excéntricas,estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, etc.).
Ya llegó nuestra hora de entrar , accedemos por un pequeño túnel hasta el andén donde nos espera un trenecito que nos transporta hacia el interior de la cueva, allí un guía va informando al grupo de las diferentes formaciones que el agua ha ido produciendo. El recorrido es espectacular por la abundancia y diversidad de sus formaciones excéntricas, que son las que hacen de El Soplao "Una Cavidad Única"Un auténtico juego de sombras y luces, de colores, un festival de sensaciones. 


Finalizada la visita a el Soplao iniciamos el regreso al hotel no sin antes visitar brevemente Santillana del Mar (que ni es santa, ni es llana ni tiene mar). Cantidad de gente en esa población y dificultades para aparcar con lo que casi pasamos de largo buscando zonas más tranquilas.
Cerca teníamos Suances, una localidad que nos evocaba momentos de nuestra juventud cuando la playa de esta población era considerada la playa de Valladolid y por lo que nos cuentan se sigue manteniendo esa sensación mejorada si cabe por la facilidad que supone llegar mediante una autovía. Llegábamos sobre las 18 horas y nos dirigimos hacia el paseo marítimo donde gracias a la influencia de Zoe conseguimos aparcar de forma inmediata. 
Suances es una hermosa villa marinera situada en un de los parajes más hermosos de la costa central de Cantabria.
Destacan sus maravillosas playas de fina arena y un excepcional entorno natural.
Iniciamos un paseo bordeando la Ría de San Martín, hasta toparnos con una heladeria y no poder evitar la tentación. Hubo que tomar el helado con celeridad antes de que la temperatura ambiente lo transformara en agua, tras lo cual continuamos nuestro paseo hasta la playa de La Concha con algo más de un kilómetro de largo, la más accesible y concurrida de Suances. Después de recorrer caminando buena parte del contorno de esta playa, regresamos al coche para continuar nuestro recorrido de vuelta al hotel del que nos separaban unos 30Km.
Llegabamos al hotel pasadas las siete de la tarde y tras un breve descanso decidimos conocer una zona ajardinada situada en la parte posterior del hotel, el Parque "La Cantábrica". Un gran parque, con instalaciones deportivas, parque infantil y zonas verdes para poder pasear. Se acercaba la hora de cenar y esta vez decidimos probar un local de los recomendados "La Barrica". Fue todo un acierto, comida tradicional casera, buen servicio y a un precio más que razonable. La tosta de jamón de Marisa, los chipirones de Zoe y mi super hamburguesa que tardaré en olvidar. Cargados de energía pensamos que lo mejor era
dar un paseo por zonas de la población que no habíamos visitado. Al poco, nos topamos con lo que parecían las fiestas de un barrio, luego nos dijeron que solo eran de una calle. El buen ambiente y la aparente música nos hizo plantearnos quedarnos un rato. Hacía fresco, volvimos al hotel a por algo de abrigo y regresamos a la fiesta donde tuvimos ocasión de echar un par de bailes y de escuchar los gallitos de la cantante. También falló la música en un determinado momento pero enseguida se arregló. regresamos al hotel pasadas las 11, un dia completito de experiencias.
El lunes era el elegido como día D, el de la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, días antes reservamos las entradas por la Red para este lunes. Habíamos aparcado frente al hotel, así que desayunamos pronto decididos a recorrer los 10Km que nos separaban de la entrada norte del parque antes de su apertura a las 09.30. 

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno no es un zoológico convencional ni un parque natural. Es un espacio naturalizado por la mano del hombre, a partir de la belleza primitiva de su paisaje kárstico, sobre las 750 ha de una antigua explotación minera a cielo abierto. Los más de 20 Km de carreteras que surcan el parque te conducen a los diferentes recintos a través de maravillosos desfiladeros, apacibles lagos y sugerentes figuras rocosas.

Carlos en el hotel ya nos había sugerido lo que debíamos hacer, primero llegar pronto y nada más entrar dirigirnos a la primera de las dos estaciones del telecabina, que consta de dos instalaciones independientes que unen puntos estratégicos. Se trata de un trazado de 6 kilómetros de longitud. La duración del trayecto completo (las dos líneas), es de 50 minutos. Tras aparcar en una zona próxima, nos dirigimos a la zona de acceso donde unos paneles informativos nos informan que hasta las 10:00 no se iniciaba su funcionamiento. Esperamos paseando por los alrededores viendo cómo alimentaban a grandes jirafas en una zona próxima y enseguida nos instalamos en una de las cabinas junto con una pareja de Madrid y su peque. Esta primera estación del recorrido está junto al recinto de los osos que podíamos divisar a cierta distancia. Iniciamos nuestro primer recorrido desde la estación número 3, que nos muestra unas vistas impresionantes del recinto de los osos, paisajes kársticos, las cebras, los hipopótamos, y una panorámica espectacular del Lago Sexta y de una zona geológica de lapiaces de unos 15 metros de alturaBajamos en el intercambiador para subir a otra cabina que nos transporta a la siguiente estación, la de los elefantes. Aquí de nuevo cambiamos par tomar la cabina que nos traslada hasta el mirador de Rubí para desde aquí regresar a través del intercambiador de nuevo a nuestra estación de origen. Total, es un recorrido de unos 6 km que suele durar alrededor de 1hora. La capacidad máxima de la instalación permite transportar alrededor de 1.200 personas/hora. Desde el Mirador de Rubí, se puede disfrutar de unas magníficas vistas de toda la Bahía de Santander, y parte del Macizo de Peña Cabarga hacia un lado, y de casi todo el Parque hacia el otro lado. Es una imagen muy bella y característica de los valles y montes de Cantabria y el mar Cantábrico a la vez.
Eran más de las 11 de la mañana y se precisaba un pequeño descanso para continuar y de paso tomar un piscolabis, ademas teniamos previsto a las 12, acudir a ver las técnicas de vuelo de las aves rapaces. Puntualmente estábamos sentados en el anfiteatro donde se iba a realizar la exhibición. Una impresionante demostración de vuelo de rapaces procedentes de América, Europa y África. Hacen una demostración, de las principales estrategias de caza de estas aves en un descenso en picado de más de 90 m de desnivel, lo que hace de esta actividad una verdadera lección del comportamiento natural de las rapaces visto de cerca. Buitres leonados, de las palmeras, milanos negros, halcones peregrinos, águila americana… Nos deja con la boca abierta la habilidad de los halcones para coger, en pleno vuelo, los pedacitos de carne que les lanzaba el cuidador, y si alguno caía entre el público, ningún problema. El
halcón volaba hasta las gradas, y rebuscaba rápidamente la carne entre el público. Un espectaculo imprescindible de ver en Cabárceno. en el que además de aprender un montón sobre algunas de las aves rapaces más imponentes del planeta, las ves haciendo cosas casi imposibles como si fuera lo más normal. A tener en cuenta las explicaciones  de uno de los cuidadores, un auténtico Félix Rodríguez de la Fuente. 
Tras el espectaculo , pudimos ver de cerca las diferentes aves que estaban en un recinto abierto próximo. 
De nuevo el apetito llamó a nuestro estómago, era nuestra hora habitual y como teníamos previsto acudir a las 4 de la tarde a un exhibición de leones marinos, decidimos qué comer ahora era la mejor opción, además teníamos justo al lado un restaurante y a esa hora todavía no había aglomeraciones, así que nos decidimos por unas lasañas, carrilera, helado y natillas.
Estábamos en la zona 26 y debíamos desplazarnos hasta la número 1 que es donde estaba la piscina de los leones marinos. Mientras esperábamos que llegara la hora entramos a ver el reptilario, donde tuvimos ocasión de ver en ecosistemas artificiales que recrean su entorno original gran variedad de serpientes, cascabeles, cobras y víboras gigantes africanas; pitones y boas; serpientes de los más remotos rincones del planeta.
Hay gran variedad de serpientes venenosas en el parque, que confirman al Reptilario de Cabárceno como uno de los más importantes de Europa en cuanto a variedad y trascendencia. El centro cántabro está considerado un "referente" por la índole de colecciones y ejemplares que posee, entre ellas 15 tipos de cobras o las once géneros de serpientes cascabel, entre otras.
Teníamos muy cerca el recinto de los leones marinos, faltaba poco para que empezase la exhibición, así que nos pusimos a la cola hasta que abrieran, algo que ocurrió enseguida. Nos acomodamos y enseguida aparecieron dos ejemplares de leones marinos y su entrenadora. En el recinto hay más piscinas pero es en esta central donde realizan los entrenamientos diarios y las demostraciones públicas.
Esta instalación exterior, por su cercanía, permite ver muy de cerca a estos animales y disfrutar de una fantástica demostración en la que se incluye parte de la rutina diaria que se realiza con los leones marinos, basada en juegos y entrenamientos, ya que son animales con muchas posibilidades dada su inteligencia. Sobre todo se realizan con ellos ejercicios destinados a facilitar su cuidado por parte de los veterinarios, así como a preparar a los animales para la realización de talleres de ayuda a niños autistas, actividad que se realiza en el Parque. 
Estas demostraciones tienen también su parte didáctica, en la que se intenta enseñar a los visitantes curiosidades y cualidades de los leones marinos, mostrando la importancia de ésta especie y cómo repercuten las acciones del hombre en ella y en su medio natural.
Finalizada la sesión de los leones, nos preparamos para ir recorriendo en coche las diferentes zonas del parque. Así fuimos visitando la zona de los leones, los osos, los tigres. elefantes, gorilas etc. Salíamos del parque pasadas las 6 de la tarde para recorrer los 18 Km que nos separaban de nuestro hotel en Astillero. 
Una hora mas tarde, mas descansados y todo guapos nos dirigimos a nuestro restaurante preferido "Cervecería La Barrica". Esta vez tocó tortilla francesa con guarnición para Zoe, ensalada tibia para Marisa, oreja a la plancha para el "mendas" y algo de postre. Todo un acierto, volveremos algun dia. Breve paseo para conocer la estación FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), y reposar la cena, antes de regresar al hotel a descansar de un dia movidito y caluroso, además de para preparar las maletas para nuestro regreso a casa previsto para el dia siguiente.
El martes 30 tal y como habíamos previsto iniciamos el viaje de regreso. Desayunamos en el hotel y nos poniamos en marcha hacia las 9:30 horas. Nuestra primera parada después de algo más de dos horas, en el área de servicio Km 136 de la AP-68.  Otra paradita breve en Pina de Ebro aprovechando para repostar y una última parada en el área de servicio de Fondarella antes de llegar a casa hacia las 18:30 horas.
Y  FIN de la escapada a Cantabria, breve pero intensa, habíamos visto paisajes preciosos, coincidido con personas estupendas y con momentos en los que nos habiamos reido. En definitiva algo para repetir.