07 junio 2017

Nos visitan nuestros amigos Antonio&Carol


No es que me sorprendiera la llamada de Carol (Malgrat), ya que solíamos mantener alguna comunicación vía WhatsApp, pero un poco si por la noticia: habían decidido pasar unos días de descanso tras la vuelta de Carol de Inglaterra donde estuvo visitando a su hermana. Por supuesto estábamos encantados de la noticia.
Llegarían en la mañana del día 4. Se alojaron en el Hotel Capri de Sitges y allí quedamos en recogerles esa misma tarde pasar un rato en su compañía
La tarde amenazaba lluvia, de hecho había llovido durante la mañana pero cuando nos encontramos junto al hotel el tiempo parecía mejorar y decidimos caminar hasta el final del paseo marítimo con una parada intermedia para tomar algo en la terraza de una cafetería tras lo cual sugerí la posibilidad de acercarnos a un popular bar de pinchos llamado "El Cable".
El Cable es un bar de tapas de Sitges.  Dicen que las mejores de Sitges y alrededores. Algunas de las tapas han alcanzado el grado de míticas: las patatas bravas, los calamares a la romana o las croquetas de jamón, por ejemplo:
La familia Andreu abre el Cable por primera vez en 1940, en un local situado en la calle Ángel Vidal. En febrero de 1956 se inaugura el Cable en su actual emplazamiento en la esquina de la calle Barcelona. Todo el edificio fue construido por la propia familia, e inicialmente se utilizaba el primer piso como vivienda de la familia y los pisos superiores funcionaban como habitaciones de pensión.
En los años '60 vivimos el boom del turismo nórdico trabajando como bar y pensión.
A finales de los '60 el bar pasa a ser llevado sólo por uno de los hijos y el resto del edificio deja de funcionar como pensión y pasa a convertirse en viviendas particulares.
A partir del año 2003 el Cable pasa a ser llevado por la tercera generación de la familia . Desde entonces, el Cable ha vivido un proceso de revitalizan en el que se han modernizado y actualizado todas las instalaciones, aunque manteniendo su carácter original.
Actualmente es el bar del pueblo, el punto de encuentro de mucha gente de Sitges.
Pues bien coincidimos con la apertura que hacen por la tarde a la 19:00 horas con lo que no tuvimos dificultad para conseguir un buen sitio para degustar unos cuantos pinchos y unas cervezas.
Acordamos vernos el martes siguiente en Vilanova no sin antes dar un paseo por la principal calle comercial de Sitges y tomar un helado pesumiblemente italiano de una bola (pequeñita) al increíble precio de 2,50€ (esto es Sitges).