Hoy 4 de Abril finaliza el
alquiler del coche y aprovechamos para desplazarnos hasta
Mahon donde teníamos previsto pasar todo el día. En los casi
50Km que nos separan de Mahon tendremos que emplear algo mas
de una hora en el recorrido. Saliamos del hotel a las 9,30
horas. Nuestro primer objetivo es visitar la fortaleza de
Mahon llamada “La Mola”
o de Isabel II. La península de la Mola,
cierra la entrada del puerto de Mahón por su orilla norte, y
tiene una extensión aproximada de 1 Km2. Se trata
de un complejo militar situado en una península en la entrada
del puerto de Mahón, Menorca. Su nombre se debe a la Reina Isabel
II de España, que la mandó construir a mediados del siglo XIX.
En frente de esta fortaleza, se encuentra el Castillo de San
Felipe, que protege la entrada al puerto desde el otro lado de
la boca.
En el año 1849 comenzaron
los trabajos de la Fortaleza
de Isabel II, construida sobre la península de La Mola,
en el puerto de Mahón (Menorca), con tres objetivos: defender
el puerto, constituir la base de operaciones de todo el
Ejército de la isla y servir de reducto de seguridad, en
último término, a dicho Ejército.
Se finalizó su
construcción en 1875, aunque quedó anticuada antes de su
inauguración debido a la evolución en la tecnología de la
artillería. En 1896, se inició una segunda fase en la que se
instalaron baterías y unos cañónes de unos 40 km
de alcance. La visita a esta fortaleza nos resulto poco
atractiva, el itinerario marcado por la organización nada
claro y en definitiva en poco mas de una hora habiamos
recorrido galerias y patios sin fin que en nada nos
entusiasmaron. Salimos de la península de La Mola
para dirigirnos al otro lado del puerto donde aparcamos el
coche para dirigirnos al interior de la población accediendo
por la Costa
de ses voltes que nos sitúa justo al lado del mercado del
pescado y la Iglesia
del Carmen. Durante el resto de la mañana paseamos por toda la
ciudad de Mahon, visitando de nuevo lugares en los que ya
habíamos estado en nuestra anterior visita, pero esta vez con
mas calma: El ayuntamiento, el parque de Freginal etc. De paso
tomamos en un pequeño establecimiento un estupendo zumo de
frutas natural. En nuestro recorrido por el casco histórico de
la ciudad llegamos a la plaza del Bastión donde decidimos
descansar y aprovechar para comer en la terraza de uno de los
pequeños restaurantes que hay en la plaza. Tras satisfacer
nuestro apetito continuamos nuestro recorrido por la ciudad y
hacia las 17,30 horas la regresábamos al hotel. A ultima hora
de la tarde y antes de cenar dábamos un paseo por la
urbanización y aprovechábamos para depositar las llaves del
vehiculo de alquiler. La fiesta terminó en el salón de baile
con buena música y en mejores amigos.