30 marzo 2012

Vacaciones en Menorca III

El viernes 30 nos toca madrugar, tenemos que salir a las 8,30 en la excursión programada para el Puerto de Mahon en barca  y La Albufera. Asi que nos levantamos  a as 7 de la mañana, a las 7,30 ya estábamos desayunando y a las 8,15 listos para embarcar en el autocar que nos llevaría a la otra punta de la isla donde se encuentra Mahon, la capital administrativa del Consell Insular de Menorca con unos 29.000 habitantes.

Ya en el puerto embarcamos en un catamarán que nos llevarla durante algo mas de una hora a lo largo del 2º puerto natural mas grande de Europa con una longitud de algo mas de 6km y que ha sido refugio para embarcaciones de todos los tamaños desde hace siglos y con un paisaje en sus márgenes de gran belleza salpicado por las villas sobre su ribera norte y la propia ciudad de Mahón sobre la costa sur.
Las características, excepcionales, de este puerto  por la localización geográfica, es un punto clave en el Mediterráneo occidental.
Situado estratégicamente en el centro del Mediterráneo occidental, a lo largo de los siglos ha sido motivo de conquistas y reconquistas de la isla por parte de las principales naciones europeas.
En la ribera sur del puerto se encuentra la ciudad de Mahón y el pueblo de Es Castell, ambas poblaciones disponen de su paseo marítimo. En ellos se encuentran desde restaurantes, bares de copas y tiendas diversas. En la ribera norte del puerto se localiza la Fortaleza de la Mola, fortaleza militar construida bajo el reinado de Isabel II. Dentro el mismo puerto se encuentran cuatro islotes, el más grande en extensión es el Lazareto de Mahón, antigua península de San Felipe que durante el siglo XIX se convirtió en islote para ser utilizado como lazareto. Actualmente sigue siendo propiedad del Ministerio de Sanidad y Consumo, sirve como residencia de veraneo de funcionarios del ministerio y se celebran simposios y congresos científicos. El segundo islote es la isla del Rey en honor al rey Alfonso III conquistador de Menorca el año 1287. Actualmente este islote se está recuperando así como sus edificaciones a través de la Sociedad Amigos de la Isla del Rey. En tercer lugar está la isla Pinto, islote militar actualmente en desuso. Y el cuarto y más pequeño de los islotes es la isla de la Cuarentena, antiguo lazareto del puerto y que más tarde pasó a tener funciones militares (actualmente también en desuso). Durante el trayecto nos obsequiaron con la bebida tipica de la ciudad llamada “Pomada” que se obtiene mezclando Gin Xoriguer (gin producido en Mahón, Menorca) con limonada. La proporción generalmente aceptada como la más idónea para su preparación consiste en una tercera parte de Xoriguer y dos de limonada.
Esta bebida es consumida principalmente en verano, sobre todo en las fiestas patronales que se celebran por todas las poblaciones menorquinas a lo largo de todo el verano. Suele servirse muy fría e incluso en forma de granizado las más de las veces. En Ciudadela, esta palabra no se utiliza y optan por llamar a la mezcla simplemente "Gin con limonada"
Desembarcamos del catamarán y de nuevo en el autocar nos dirigimos hacia La Albufera des Grau que es el parque natural más importante de Menorca. Cuenta con más de 5.000 hectáreas y es uno de los puntos claves de la Reserva de la Biosfera menorquina dede Octubre de 1993. En su gran extensión se encuentran  cientos de especies animales y vegetales. Destacan las aves acuáticas (anátidas, garzas, cormoranes) y rapaces (águila pescadora, milano y águila calzada).
La albufera cuenta también con algunos restos arqueológicos de interés pertenecientes a distintas épocas de la cultura menorquina, entre los que se hallan los vestigios de la cultura talayótica de la finca de Sa Torreta. Junto a este poblado, se levanta una torre de defensa medieval, al igual que otra próxima, del siglo XVIII. Además, el parque comprende parte del Camí de Cavalls (camino de caballos), una antigua ruta que rodea toda la isla y que puede aprovecharse para recorrer los puntos más interesantes de este magnífico espacio natural.
La visita fue breve y nos limitamos a pasear hasta la zona mas proxima del parque para enseguida volver por nuestros pasos y dirigirnos hacia el pueblecito de Es Grau donde aprovechamos para tomarnos un respiro, tomar algo etc. De muevo en el autocar iniciamos el camino de regreso hacia el hotel no sin antes hacer una parada en una tienda de souvenirs y artículos de piel.
Después de la comida, tuvimos ocasión de establecer con la conexión Wifi que habíamos contratado para toda la semana una videoconferencia vía Skipe con nuestra nieta Zoe, luego paseo para conocer la urbanización donde esta el hotel. Tras la cena, disfrutamos de un bonito espectáculo flamenco en el salón de la planta baja que además de cafetería dispone de un estupendo escenario. Las instalaciones del hotel, muy bien, estábamos situados en la planta primera (1038) con vistas al jardín donde los árboles no nos dejaban apenas ver el mar. Normalmente accedíamos a la planta por una bonita escalera que terminaba en una amplia zona de descanso de donde partían tres pasillos que formaban las tres alas del edificio  por donde se repartían las habitaciones. Su interior sencillo, sin lujos pero con todo lo necesario, buen armario, buena cama, cuarto de baño amplio etc.