Terminada la reunión, nos
dio el tiempo justo de cambiarnos para participar en una
actividad de senderismo que discurría por la urbanización
hacia una zona de acantilados llamada Pont D’en Gil. Un
recorrido de apenas 2-3 km
que terminaba en una zona pedregosa difícil de transitar pero
con una panorámica estupenda. Al regresar nos separamos del
grupo para comprar licuado de soja en un súper dado que el
hotel no tenia otra leche que no fuera la de vaca y Marisa
necesitaba evitar los lácteos y el gluten para seguir el
programa de desintoxicación sugerido por el naturopata.
Después de la comida, las noticias en la TV de la habitación y un pequeño descanso. Después
mientras esperábamos para poder comprar las excursiones,
jugamos una partida a las cartas. La tarde finalizó con un
amplio paseo por los toda la urbanización y con una especial
parada en una pequeña cala formada por plataformas rocosas,
a la que se accedía a través de un estrecha calle que
desembocaba en la terraza del Snac-Bar Maxi’s. En este lugar
permanecimos durante un buen rato para poder disfrutar de un
precioso atardecer. Vuelta al hotel, cena y un poco de baile
en el salón.