El castillo medieval El Castell de La Geltrú es un edificio histórico cuya construcción inicial se remonta al siglo X. Originalmente, el castillo tenía una estructura típicamente feudal, con una torre rectangular y elementos arquitectónicos románicos, como muros gruesos y ventanas pequeñas, diseñadas para la defensa.
En el siglo XIV, se llevaron a cabo reformas significativas que incorporaron elementos del estilo gótico, incluyendo ventanas ojivales y decoraciones que embellecieron su estructura. A lo largo de los siglos, el castillo evolucionó de una fortaleza defensiva a una residencia señorial adaptada para la vida doméstica.
Hoy en día, el castillo presenta una mezcla de elementos arquitectónicos de diversas épocas. Aunque las reformas posteriores no respetaron completamente su diseño original, le otorgaron un aire encantador de casa señorial medieval. Actualmente, el edificio es propiedad municipal y alberga el Archivo Histórico Comarcal, además de ser un lugar para la celebración de matrimonios civiles.
La nobleza de La Geltrú Durante la Alta Edad Media, el castillo fue el centro del poder de los señores de La Geltrú, una familia noble que gobernaba sobre los campesinos de la región, cobrando tributos y ejerciendo poder judicial. El linaje de los señores de La Geltrú estuvo vinculado a familias influyentes como los Castro, señores de Olèrdola, y los Vilafranca, del Penedès, mediante alianzas matrimoniales.
En el siglo XIV, el poder de los señores de La Geltrú comenzó a decaer, y el señorío fue integrándose en las estructuras administrativas de la Corona de Aragón. Con el tiempo, el sistema feudal dio paso a nuevas formas de organización política y económica, pero el legado de esta familia persiste en el Castell de La Geltrú y en el nombre del barrio histórico.
Evolución del barrio de La Geltrú El barrio de La Geltrú se desarrolló alrededor del castillo como un asentamiento feudal. Durante la Edad Media, su ubicación cercana al mar y a las rutas comerciales del interior lo convirtió en un punto estratégico. En el siglo XIV, La Geltrú se fusionó con Vilanova de Cubelles, marcando un cambio importante y transformándose en un centro comercial y pesquero relevante.
El barrio conserva su encanto medieval gracias a sus calles estrechas y empedradas, sus pequeñas plazas como la Plaça Llarga, y edificios históricos como la iglesia de Santa María de La Geltrú. Este templo, de origen románico, ha sido reformado a lo largo de los siglos, pero aún refleja su historia en su arquitectura.
Características actuales del castillo
Origen y estilo arquitectónico:
Construcción inicial en el siglo X.
Elementos románicos, como muros gruesos y ventanas pequeñas.
Incorporación de detalles góticos en el siglo XIV, como ventanas ojivales.
Estructura:
Torre principal de planta rectangular.
Murallas originales que protegían el castillo.
Patio interior que servía para actividades cotidianas y defensa.
Adaptación como residencia señorial.
Uso actual:
Propiedad municipal.
Sede del Archivo Histórico Comarcal.
Espacio cultural con exposiciones y actividades históricas.
Lugar para matrimonios civiles.
Importancia cultural y turística El Castell de La Geltrú y su entorno representan un valioso testimonio de la historia medieval de la región. Su conservación permite a visitantes y residentes explorar la arquitectura medieval y comprender la evolución política y social de Cataluña.
El barrio de La Geltrú, integrado en la moderna Vilanova i la Geltrú, mantiene viva su identidad histórica. Es un lugar ideal para pasear por sus calles llenas de historia, visitar sus edificios emblemáticos y participar en las tradiciones locales. La Geltrú, con su castillo como centro, sigue siendo un testimonio vivo del pasado feudal catalán.