Entre la oferta de viajes del IMSERSO hay uno que denominan "Ciudades" de 4 dias/3 Noches por 115€/p en media pensión y sin transporte.
Valencia nos pareció por proximidad y buenas comunicaciones, una buena opcion para probar y a tal efecto confirmamos una reserva entre el 11-14 de Noviembre en el Hotel Port Feria, un 4*,situado en el barrio de Benimamet, entre Burjassot y Paterna.
Nuestra intención era iniciar el viaje el mismo viernes 11 antes de las 10H para llegar tranquilamente no más tarde de las 16H que es cuando está permitido el check-in. Algo se nos complicó al comprobar que mi carnet de conducir había caducado el pasado 12 de octubre. Con las mismas nos dirigimos al Centro de Revisiones Médicas de Vilanova donde hicimos la solicitud con examen médico incluido de la renovación del carnet. Este trámite retraso nuestra partida que iniciamos finalmente dos horas más tarde de lo previsto.
A las 20:30 tuvimos la charla informativa sobre la visita panoramica con guia(Sergio), a la ciudad de Valencia, que tendríamos al día siguiente, los horarios de las comidas, transporte públicos etc. Después nuestra primera cena en el hotel, un buffet bastante correcto.
Al día siguiente sábado, tras el desayuno nos dirigimos caminando hacia el bus que nos traslada a Valencia para primero hacer un recorrido panorámico por los lugares más representativos de la ciudad durante unos 40'.
Descendemos del bus para iniciar nuestro recorrido a pie por el casco histórico, calle del hospital, ermita de Sta Lucía, Museo de la seda, mercado central, San Jerónimo(en rehabilitación), casa de la fama, los Borgia en Valencia, casa de la Lonja, Iglesia de los santos Juanes(quemada 6 veces), plaza del Dr Collado, plaza Lope de Vega, plaza redonda, via Augusta, iglesia de San Martín, el Miquelet, la catedral, plaza de la Reina, leyenda de la Horchata(Jaime I y la mora), plaza de la Almoina, la casa de punto de gancho, casa virgen de los desamparados, plaza de la Virgen, cafe de las horas(agua de Valencia), plaza Nules, plaza de Cisneros. Daniel Felix(Horchateri).
Después de más de 4 horas caminando, el bus nos recoge para acercarnos a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Nos entregan las entradas para que lo visitamos a nuestro aire y de paso nos tomamos una rica horchata.
Decidimos primero comer algo para después visitar este museo. Nos dirigimos a una zona de restaurantes situada en las inmediaciones del Corte Inglés. Finalmente paramos en "La Taberna" (vinos y tapas), donde tomamos unos calamares estupendos, una morcilla de burgos, unos huevos rotos con jamón y sus correspondientes cervezas 00 tostadas. Todo muy bueno por unos 44€.
La visita al museo algo pesada debido a su grandiosidad y a la paliza andarina de la mañana. Damos por finalizada esta excursión por el Museo de las ciencias sobre las 17:30H.
Ya en el exterior localizamos una parada de tranvía que nos traslade a las inmediaciones de la estación central del ferrocarril, llamada Valencia-Nord. Visitamos esta lugar y aprovechamos para darnos un merecido descanso al tiempo que tomamos una cervezas.
El paso siguiente pasaba por regresar al hotel con el bus 62. Una manifestación en el centro de la ciudad hizo que varias líneas de bus se vieran afectadas, entre ellas la 62. Después de esperar un rato largo, nos decidimos por la alternativa del metro un poco mas complicado por los transbordos y demás. Llegamos al hotel sobre las 20H, dispuestos a descansar y poco después acudir al comedor para la cena.
Este domingo 13, teníamos plan para la tarde con una visita guiada a la Iglesia de San Nicolás, Catedral y barrio del Carmen. por la mañana improvisamos una visita al Museo de la seda bastante interesante y otra al Museo Valenciano de Arte Moderno menos interesante. Al salir del museo se nos hizo la hora de comer y al pasar junto a una terraza repleta de gente y regentada por unos chinos, pensamos que ese era nuestro restaurante de ese momento (Ensalada, boquerones fritos, mejillones al vapor y cuajada con miel). Camino del centro de la ciudad, tomamos café en un clásico de esta ciudad "El café Sant Jaume", famoso por tener la mejor "Agua de Valencia".
En el interior de la catedral (Llamada La Seu por los valencianos), dedicada
por Jaime I a la Asunción de la Virgen. El gótico valenciano es el estilo constructivo predominante de esta catedral, aunque también contiene elementos del románico, del gótico francés, del renacimiento, del barroco y neoclásico. En su interior se venera el Santo Cáliz, fechado del siglo I, y dado a la catedral por el rey Alfonso El Magnánimo en 1437 y en el exterior la torre campanario del Micalet, entrañable emblema sentimental para los valencianos, y probablemente el monumento más característico de la ciudad.
En su interior, en la llamada capilla del Santo Cáliz, resalta el retablo, tallado en alabastro, que enmarca el Santo Cáliz donado por el rey Alfonso el Magnánimo el 1437 y conservado en la sala de reliquias hasta que en 1916 se trasladó a esta capilla. La copa es de piedra de tipo agata oriental o calcedonia, de la variedad llamada cornalina, de color rojo oscuro y está fechada en el siglo I d. C.
La leyenda de esta reliquia menciona que, a la muerte de la Virgen María, los discípulos de Jesús se repartieron todo lo que guardaba y que San pedro se llevó el cáliz a Roma. A causa de las frecuentes persecuciones sufridas por los cristianos, el papa Sixto II entregó la preciada reliquia a San Lorenzo martir, su diácono, el cual hizo trasladar el cáliz a Huesca,
su patria. Allí estuvo el Santo Cáliz hasta el año 712, en que los
cristianos, huyendo de los musulmanes, se refugiaron en los Pirineos y finalmente en el monasterio de San Juan de la Peña, cerca de Jaca.
De allí, según citan los historiadores, pasó a Zaragoza, al palacio real del Aljafería. El Santo Cáliz fue donado por la comunidad de San Juan de la Peña al rey de Corona de Aragon, Martin el Humano en 1399, el cual, agradecido, entregó a cambio a los monjes de San Juan otro cáliz de oro. El Santo Cáliz estuvo en poder de los monarcas de la Corona de Aragón hasta que en 1437 Alfonso el Magnánimo, que había llevado a Valencia la reliquia para la capilla de su palacio real, debiendo ausentarse del Reino de Valencia, las entregó a la catedral, que desde entonces alberga el Santo Cáliz.