25 octubre 2013

El camino de la razón

Muchas personas llegan a creerse cualquier cosa que les halague, que estimule su fantasía, a pesar de que sepan que es mentira, e incluso aunque razonablemente sea imposible.
Con esta creencia, se esta admitiendo como cierto algo que no se sabe y confiando en la palabra de quien lo dice. Es decir, no se cree en las cosas sino en las personas. Se cree en la garantía personal de los predicadores, gurús, profetas etc. Que son los encargados de transmitir la FE.

A veces, tan solo con esta garantía no es suficiente, dado que estos propagadores de la FE como humanos que son, ponen de manifiesto sus debilidades y es entonces cuando se recurre a la garantía SUPREMA del Ser Mitico e incuestionable, situado por encima del bien y del mal.
El miedo, la inseguridad y el desconocimiento de una persona, que acepta lo que no sabe, la convierte en un “Adepto”, que se refugia en la compañía y la seguridad del grupo y acepta lo que le digan y lo que le impongan. Este camino de emociones esta presente en todas las creencias y es en el mejor de los casos, solo el primer paso hacia la senda espiritual, pero nunca hacia la VERDAD.
El ser humano, ha de evolucionar aprendiendo de sus experiencias, haciéndose consciente de cada una de ellas y aceptando la responsabilidad de su búsqueda personal.
Es probable, que las Leyes Universales sean la manifestación de la Suprema Inteligencia. De hecho la Ley de Causa-Efecto, parece estar presente en cada uno de los acontecimientos de nuestras vidas. El funcionamiento de estas leyes, es casi desconocido para el ser humano, de ahí que se produzcan muchos hechos imposibles de explicar desde el razonamiento científico.
No obstante, estos hechos inexplicables (a veces llamados milagros), no existen para la ciencia, en la medida que esta no conoce el proceso que los genera, pero si existen en el camino de las emociones, aumentando las creencias y excitando el fervor religioso.
Mantener durante mucho tiempo, esta actitud mental, basada en la FE es difícil, salvo que se prescinda del pensamiento lógico y racional. Los bienes supremos del hombre La Libertad y El Pensamiento, así como la capacidad de razonar se sienten restringidas por la FE.
Al igual que algunos padres se resisten a que sus hijos adultos inicien el vuelo definitivo por ellos mismos, también ciertos propagadores de la FE, opinan que el libre uso del intelecto de sus seguidores puede hacer flaquear su credibilidad y amenazar su supervivencia.
Al contrario de lo que muchos piensan, los caminos del Corazón y de la Razón,  no son caminos contrapuestos, sino solo diferentes etapas del crecimiento humano.
De la misma manera que el desarrollo de las emociones en el hombre, le permite desprenderse de su parte animal, también el recto uso de la razón le facilita acabar con sus fantasías infantiles y adentrarse en el conocimiento.
El conocimiento directo de las experiencias personales, sin depender de los sentidos amplia la conciencia del Ser Humano y despierta su intuición. Por el contrario, concentrarse en el manejo de las emociones sin estar sometidas al imperio de la razón pueden convertirle en un fanático peligroso capaz de matar y destruir.
El hombre cegado por la FE, confunde sus fantasías con la intuición, y no le facilita la discriminación ni el desarrollo de las facultades superiores de  su intelecto. Así, la persona emocional, imagina realidades, concibe fantasías, vive en ellas, cree en milagros, habla de lo que no sabe y desprecia la razón porque destruye sus sueños.

El Ser Humano Espiritual, vive de las esencias, bucea en las profundidades de su Ser interno, tiene hambre de conocimiento y destierra las creencias. Porque eso le acerca a la VERDAD.