Después de pasar una semana en un apartamento de Alcoceber, el dia 4 MIguel+MariJose viajan hasta Vilanova para pasar unos días con nosotros.
Sobre las 19:30 del viernes aparcan su vehiculo cerca de nuestra casa. El resto de la tarde la pasamos dando un breve paseo por la rambla y alrededores.
El sábado había previsto una visita guiada a Colonia Guell y su Cripta de Gaudi. Visita que guiada de nuevo por Jordi resultó tan espectacular como la que hicimos en el mes de agosto.
Terminada la visita nos dirigimos a Sta Coloma de Cervello para comer en "El Raco de Can Valentí". Comida espectacular por su calidad y cantidad y a un precio razonable: una ensalada simple, otra con queso de cabra, dos carrilleras a la brasa, un pollastre a la brasa y una parrillada de verduras. Nos costó acabar con todo. Total 75€.
Pasadas las 16:30 nos dirigimos a Calafell para tomar un helado en el paseo marítimo y desde allí a Banyeres a recoger a Zoe que dormía en casa esa noche.
El domingo tras el desayuno y alguna tarea doméstica nos encontrábamos en la terraza del bar "Suprema" con Juan+Ana. Alli Dani+Alma recogían a Zoe y nosotros nos dirigimos a ver "La biblioteca Museo Víctor Balaguer", que durante un pequeño periodo presenta una pequeña exposición temporal con una variedad de diferentes escuelas barrocas que van desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII. Están representadas, la escuela castellana, la valenciana y la andaluza entre las que destacan, lienzos de El Greco, Ribera, Murillo o Goya entre otros artistas y en menor medida la flamenca y la italiana. Hay muestras de los géneros más habituales de la epoca: temática religiosa, mitológica, heroica, histórica, retrato de corte, paisaje y alguna naturaleza muerta. Toda esta muestra para recordar el centenario de la presencia del Prado en Vilanova.
Tras la visita nos dirigimos a comer cerca de casa en "A Mossegades". Una estupenda comida con unos entrantes a base de mejillones en leche de coco y lima, mas una melva con mayonesa de aguacate y cebolla caramelizada, mientras esperábamos que nos sirvieran los platos fuertes: un arroz marinero y otro con pulpitos y alcachofas, un postre para compartir con todos a base de surtido de catanias. Finalizamos con unos cafés y casi con un empacho, todo riquísimo.
Por la tarde tras un pequeño reposo, un largo paseo hasta el paseo marítimo y regreso por la calle Capuchinos para tomar un helado.
De nuevo en casa, relax con un poco de tele y a la cama sin cenar
