06 abril 2019

10 dias en Mallorca (del 27 de Marzo al 5 de Abril)

Cuando en el pasado mes de Septiembre de 2018, no nos fue posible confirmar una reserva para viajar a Gran Canaria, decidimos optar por Mallorca donde ya habíamos estado en otra ocasión pero de la que pocas cosas recordábamos.
Iniciamos nuestra andadura recorriendo los casi 38 km que nos separan del terminal T1 del aeropuerto del Prat  en el Bus de las 8:34. 
Nuestro vuelo de AirEuropa UX6037 despegaba puntualmente a las 12:00 horas y tras un tranquilo recorrido aterrizamos en Palma a las 13:00 horas.

Allí nos esperaba personal de la organización Mundiplan que nos traslado en Bus hasta la zona de Santa Ponsa donde está ubicado el Hotel Zafiro Rey Don Jaime, un cuatro estrellas con Spa, gimnasio, piscina etc., donde estaremos alojados durante los días de nuestra estancia en la isla.

Santa Ponsa (en catalán y oficialmente Santa Ponça) es una localidad turística perteneciente al municipio español de Calviá, en Mallorca, la mayor de las Islas Baleares.
Enseguida pasamos al comedor donde nos esperaba un buffet bastante variado y bien cocinado. Nos asignaron la habitación 185 situada en el primer piso, amplia y luminosa con una enorme cama y una terraza soleada con vistas a uno de los jardines del hotel.
Tras deshacer las maletas y tomarnos un breve descanso iniciamos un paseo por los alrededores del hotel visitando la playa y disfrutando del atardecer en la terraza de  una de las cafeterías de la zona, además de visitar un establecimiento chino donde nos aprovisionamos de bañadores para visitar el Spa en cualquier momento.
De regreso al hotel nos preparamos para bajar a cenar (entre las 19 y las 21:30). Tras la cena tomamos una infusión mientras disfrutamos de un espectaculo de magia. Un dia completo que nos animó a retirarnos pronto a descansar.

El jueves 28 tras el desayuno (de 7:45 a 10:00), estaba previsto que el equipo de MundiPlan nos pusiera al corriente de las actividades previstas para los próximos días. Finalizada la charla decidimos contratar tres de las actividades que nos habían ofrecido: El viernes por la tarde, paseo marítimo, Noche de gala en Son Amar el sábado por la noche y excursión a Soller en tren y tranvía al puerto todo el domingo.
También acordamos conjuntamente con Antonio y Carol el alquiler de un vehiculo para tres días.
Ya era algo más de media mañana, y decidimos visitar otra de las zonas próximas al hotel para aprovechar el dia tan soleado, tomar unas cervezas mientras nos llegaba la hora de la comida en el hotel y nos informamos del bus a Palma y sus horarios.
Por la tarde continuamos recorriendo los alrededores, esta vez seguimos las indicaciones que nos hicieron para visitar "La cruz de la conquista de Jaime I", se encuentra situada en Sa Caleta de Santa Ponça y, junto con la capilla de la Piedra Sagrada, conmemora el VII Centenario de la conquista de Mallorca. Según cuentan las crónicas fue en la bahía de Santa Ponsa donde se inició la conquista de Mallorca. El monumento fue inaugurado en 1929, setecientos años después de que ocurrieran los hechos. Presenta una decoración mediante plafones en los que se narra por orden cronológico la conquista de Mallorca por Jaime I. Encima del fuste y, a modo de capitel, se dispone una pieza octogonal con nichos, en los que se representan ocho santos entre los que se encuentra Santa Ponça.
La cruz lobulada presenta en el anverso la figura de Cristo Crucificado, acompañado, en los extremos, por los símbolos del tetramorfos: el toro, el águila, el ángel y el león, representando a los cuatro evangelistas: San Lucas, San Juan, San Mateo y San Marcos. En el reverso se representa a la Virgen de la Salud sobre una proa de nave, ya que es la imagen que llevaba el rey Jaume I. En los medallones de los brazos de la cruz de esta cara, se representan los escudos actuales del Govern Balear, de Calvià y del Rey.

El viernes 29, nuestros planes pasaban por visitar Palma, la capital de la isla. Para hacernos una idea general de su casco antiguo reservamos un Free Tour con Civitatis. El lugar de encuentro a las 11:00 horas en la Pza. de España, justo bajo la estatua de Jaime I el Conquistador.
Tomamos el bus 102 hacia las 9 de la mañana y tras un recorrido de unos 45 minutos nos situamos en la estación intermodal  de Palma. Paseamos  por los alrededores, tomamos unos cafés y nos dirigimos al encuentro de la guia de Civitatis.
Tras unos minutos de cortesía y una vez  reunido el grupo en torno a la guia Helena mos hizo un breve resumen de la historia de la ciudad.
Palma de Mallorca, capital de la isla de Mallorca y de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares. Se encuentra a unos 250 km al este de la península ibérica. Situada en el centro de la bahía de palma, a unos 13 metros de altura sobre el nivel del mar. Fue fundada con el nombre de Palma por el cónsul romano Quinto Cecilio en el año 123 a.c.
Luego de otras conquistas por parte de los vándalos y por los árabes en 903, fue finalmente conquistada por el rey Jaime I de Aragón el 31 de Diciembre de 1229,​ convirtiéndose en la próspera Ciutat de Mallorca capital de su propio reino, que decayó tras su incorporación a la Corona de Aragón en 1279.
En 1715 entraron en vigor los Decretos de Nueva Planta, recuperando la ciudad su topónimo romano, Palma. Poco después, ya en el siglo XX, fue protagonista de la explosión de un intenso auge turístico que la usó como destino vacacional durante las décadas de 1960 y 1970. En la actualidad constituye un notable centro económico y cultural a nivel insular y autonómico.
Iniciamos el recorrido previsto por el casco antiguo de la ciudad de Palma. Nuestra primera parada fue en el mercado de abastos de L'Olivar, el más grande de los cinco mercados con que cuenta la ciudad. Este edificio se construyó en 1951, ya que anteriormente, el mercado municipal de abastos estaba ubicado en la Plaza Mayor de Palma. Fue proyectado el año 1914 por el arquitecto Gaspar Bennasar pero fue definitivamente diseñado, en el año 1941, por Manuel Valls Gadea y adaptado, en el año 1947, por Gabriel Alomar y Enrique Juncosa. El actual Mercado de l’Olivar se ha ido reformando y actualizando desde su apertura, adaptándose a los nuevos tiempos cada día pero sin perder la esencia de sus servicios y productos en todo momento. Desde aquí nos dirigimos hacia la
Basílica de San Miguel, proclamada Basílica menor por el Papa Francisco el 19 de marzo de 2018. Está considerada como una de las iglesias más antiguas de Palma. Ocupa el lugar donde se situaba una mezquita hasta que en diciembre de 1229, como iglesia consagrada cristiana, pudo celebrarse allí la primera misa intramuros. En el siglo XIV se construyó una iglesia más importante en estilo gótico, de una sola nave con capillas laterales y una torre campanario de planta cuadrada. Durante el siglo XVII fue ampliada y reconstruida en estilo barrocoEn su interior, mayormente barroco, destaca su retablo, obra de Francisco de Herrera, donde está representado su titular, San Miguel venciendo al demonio, además de los arcángeles San Gabriel y San Rafael. Dentro también se encuentra el Santuario de la Virgen de la Salud (Mare de Déu de la Salut), patrona de Palma de Mallorca, cuya imagen dice la leyenda que la trajo en su galera el rey Jaime I en el siglo XIII. 
Nuestra siguiente parada fue en la Plaza Mayor de Palma que ocupa el espacio del antiguo convento de San Felipe Neri y algunas casas vecinas. Hasta el año 1823 la plaza fue sede de la Inquisición. Tiene planta rectangular y el perímetro porticado. Una vez derribada la sede de la Inquisición, pasaron diez años antes de que se iniciaran las obras de la primera ala, que fue terminada en el año 1838. Las obras se prolongaron hasta bien entrado el siglo XXHay un dicho local según el cual “todos los caminos llevan a la plaza Mayor, es el centro de la vida social y comercial de Palma.
Salimos de la Plaza para encontrarnos con el edificio "El Águila" y el de
"Can Rey", dos edificios de principios del siglo XX, construidos siguiendo el modelo del Modernismo Catalán con una abundante decoración en las fachadas, donde destacan las cerámicas policromadas de la fábrica mallorquina La Roqueta. El edificio del Águila tiene por objetivo lograr el máximo aprovechamiento del espacio y una buena iluminación natural al interior. La solución adoptada consiste en utilizar nuevos elementos constructivos, en este caso el hierro. También expuesto como recursos decorativos. Las columnas de hierro hacen de pesado menaje y permitieron la instalación de grandes vidrieras para obtener una mayor iluminación.

Al poco desembocamos en la plaza de la Cort donde se encuentra la sede del ayuntamiento de la ciudad. Hoy en día la plaza de la Cort es el centro de la vida municipal. El nombre de la plaza proviene de la concentración en este lugar de buena parte de las antiguas sedes de las cortes o curias feudales. La plaza se considera el kilómetro cero, lugar dónde comienzan las principales carreteras de Mallorca. En esta plaza se encuentra un singular árbol conocido como "La olivera de la Cort". Fue trasplantado en 1999 desde la Sierra de Tramuntana, para ser plantado en la plaza de la Cort, como un símbolo de paz y arraigo a la tierra. El propietario, al conocer el destino del olivo, la regaló al municipio. En ese momento pesaba cerca de cuatro toneladas. Rebrota al año siguiente sin problemas y se encuentra en buenas condiciones vegetativas. Pese al traslado y a la edad, sigue dando sus frutos cada año. Si nos fijamos, en él encontramos formas curiosas, como la denominada «la Oreja de Mallorca» o la cara de un cabezudo.

La fachada barroca del Ayuntamiento conforma la imagen característica del edificio. El edificio actual se levanta sobre el antiguo Hospital de Sant Andreu y sobre la antigua Casa de la Universidad. El saliente es de pino rojo y de aproximadamente 3 metros de vuelo. Está sostenido por 11 vigas en las cuales descansan de forma alternativa 6 figuras de hombres, los atlantes, y 6 de mujeres, las cariátides. Existe una historia peculiar a propósito de un banco que está adosado a la fachada. Dice la tradición popular que aquí se sentaban las personas que no tenían trabajo, y que cuando les preguntaban: “i vós, por què no feis feina?” la respuesta, con pocas variantes, solía ser. “jo, si no fos pel meu reuma, el meu braç…, ja treballaria, ja però…”. Por eso se le llama el banc dels vagos (el banco de los vagos) o el banco del “sinofós” (si no fuera por…).
Accedemos a la planta baja del edificio donde se encuentra, la biblioteca, los gigantes y la escalera de honor. 
La Biblioteca Pública Municipal se encuentra en el vestíbulo del Ayuntamiento desde el año 1927, en el espacio que antes ocupaba el cuartel de bomberos. Del Hospital de Sant Andreu, lugar dónde se reunía el Gran y General Consejo, hoy en día solo queda un portal gótico con los escudos de la ciudad y con las puertas de madera blasonada situado en el interior de Cort, donde se puede apreciar, grabado en la piedra, el escudo de Mallorca.
Los gigantes actuales del Ayuntamiento de Palma datan del año 1961, y por iniciativa popular se les bautizó con los nombres Tòfol y Francinaina. Están hechos de madera y cartón, hacen 4,20 metros de altura y van vestidos a la antigua.
La escalera de honor, es una escalera suntuosa de influencia francesa
. En el frontal hay esculpidas en la madera las figuras de los maceros elaborados por Joan Monserrat, el dragón alado que coronaba el yelmo del rey Jaume I y dos escudos: el escudo con las armas reales de Aragón y las del Reino de Mallorca. En el paramento del fondo que corresponde al inicio de la escalera hay dos pequeños relieves, uno a cada lado, que representan una tortuga y una rana. Estas figuras datan de 1926, cuando se construyó la nueva escalera de honor. La tradición popular cuenta que las obras de la escalera se hacían muy lentamente y además se trabajaba en tramos desordenados. Es decir que las obras iban a paso de tortuga y a salto de rana.  
Junto al Ayuntamiento está el Consell Insular de Mallorca, actual órgano de gobierno de la isla de Mallorca. El edificio tiene su origen en la antigua Diputación Provincial, una institución estatal de principios del siglo XIX que hizo construir este palacio con una notable fachada neogótica diseñada por el arquitecto Joaquín Pavía y Birmingham, en el año 1882.
Continuando con nuestro caminar por este barrio de la Seu, camino de la catedral descubrimos algunas casa palacio como Ca'n Oms y Ca'n Ordines D'almadra. Al final de la calle Miramar pasamos junto al museo diocesano y desde alli accedemos al mirador de la catedral.
La Catedral es el monumento más emblemático de Mallorca porque sintetiza perfectamente los últimos ocho siglos de su historia. La imagen de una gran nave sobre el mar domina la bahía de Palma, de forma atractiva y espectacular. 
Construida junto al Mediterráneo, la Catedral lidera un conjunto monumental que evoca las culturas que precedieron la conquista, el 31 de diciembre de 1229, de la Madina Mayurqa por parte de Jaime I, rey de Aragón y conde de Barcelona. El Conquistador, siguiendo la costumbre de la época, consagró la antigua mezquita a la Virgen María y preparó la construcción de un templo de nueva planta, acorde al estilo de la época. 
Hay indicios documentales, a partir de 1230, relacionados con la obra de la Catedral. La construcción, tal como se conoce actualmente, comenzó por la Capilla Real, en torno al 1300, durante el reinado de Jaime II (1276-1311), primer monarca de la Corona de Mallorca. De esta forma se iniciaba el proyecto de catedral gótica que tuvo su esplendor constructivo durante los siglos XIV y XV.
Junto a la catedral se encuentra el Palacio Real de la Almudaina. El castillo actual, modificación del alcázar musulmán iniciado en 1281, se prolongó hasta 1343, durante los reinados de Jaime II, hijo de Jaime I el Conquistador. La Almudaina fue la sede del próspero reino independiente mallorquín del siglo XIV, durante los reinados del citado monarca y de sus sucesores hasta pasar a la corona de Aragón con Pedro IV en 1349. Actualmente es utilizado por Su Majestad el Rey como residencia oficial para ceremonias de estado y recepciones durante el verano.
Desde el mirador de la catedral descendimos hasta el lago y desde allí nos dirigimos al huerto del Rey donde encontramos una escultura en bronce que representa al "Hondero", un pequeño lago llamado "del cisne" y el Arco de la Drassana, un enorme arco apuntado, con una anchura de luz de 18 metros, que sigue el modelo de ladrillo romano, técnica utilizada también por los árabes

En este momento la guia nos reúne para despedirse, resolver dudas y dar por finalizada la excursión. A sugerencia de la guía nos dirigimos a la búsqueda  del Celler Pagés para comer. Se encontraba muy cerca de donde estábamos así que en pocos minutos nos presentamos en este restaurante que nos preparó una mesa para cuatro a pesar de no tener reserva, eso sí con el compromiso de dejarla libre en aproximadamente una hora y media. Situado en plena Lonja de Palma, el Celler Pagés abre sus puertas allá por el año 1956. Es un negocio familiar, que ha sabido mantener la tradición a lo largo de tres generaciones. Un local pequeño, quizás para no más de 20-30 personas, decorado con sobriedad pero muy luminoso y tranquilo.   
Dentro del menú elegimos sopa mallorquina, carne y pescado. Como anécdota del día, el pescado era lubina, más bien media lubina que a alguno de los comensales le supo a poco y que recordamos en otros momentos del viaje como algo gracioso. 
Dedicamos el resto de la tarde a pasear por la ciudad y a conocer el interior de la Catedral de Palma.
En mallorquín, se la conoce como La Seu (Seu o Seo es el nombre que reciben las catedrales en la Corona de Aragón). Consiste en un templo de estilo gótico levantino construido a la orilla de la bahía de Palma.​ Se asoma al mar sobre las murallas romana y renacentistas que protegían a la ciudad, siendo la única catedral gótica que cumple con esta peculiaridad. En 1931 fue declarada Monumento Histórico-artístico. Además, se trata de la Catedral con el mayor rosetón original de todas las catedrales góticas europeas (13 metros de diámetro) y también una de las que tiene una nave de mayor altura entre las catedrales de estilo gótico europeas  (44 m).
Su construcción se inició en 1229, después de la conquista de la isla por la Corona de Aragón. El rey Jaime I, decidió derribar la antigua gran mezquita de Medina Mayurca para construir un gran templo dedicado a Santa María, debido a que al estallar un fuerte temporal durante la travesía por mar hacia Mallorca para conquistarla, prometió construirle una catedral en veneración si esta les salvaba de la muerte. En 1346, fue el rey Jaime III, aunque los trabajos y acabados continuaron bastantes años después, ya que no se terminó hasta 1601.
Es una construcción de estilo gótico levantino, con claras influencias norte europeas, mide 121 metros de largo y 55 de ancho.Tiene tres capillas paralelas en la cabecera y numerosas capillas laterales entre los contrafuertes. Su rosetón mayor, el conocido como el ojo del gótico (con un diámetro de alrededor de 13,8 m y casi 150 m²), es uno de los más grandes del mundo gótico y se caracteriza por tener una inscrita en el una gran estrella de David. A principios del siglo XX, el arquitecto Antoni Gaudí dirigió una serie de trabajos destinados a recuperar parte del espacio original. Mención especial merece la obra que Miquel
Barcelo emplazó sobre la capilla que ocupaba la antigua de San Pedro en el ábside lateral derecho de la Seo. Tres años de preparación precisó Barceló para concebir su creación y desarrollar la técnica necesaria para ejecutarla. Ocupa unos 300 metros cuadrados de la capilla, con aplacados de 12 m de altura, que el artista consideró siempre como una “nueva manera de pintar”, una suerte de retablo evolucionado hecho con arcilla cocida en Vietri sul Mare, localidad napolitana con especialistas capaces de dar su punto a la cerámica de la obra, cuya arcilla procedía de canteras del Norte de Alemania, Roma y Salerno, elegidas por sus adecuadas texturas y cualidades cromáticas. El motivo iconográfico del retablo cerámico es el Milagro de la multiplicación de los panes y los peces. En su lado izquierdo se representan los frutos de la mar y, en el derecho los de la tierra. Preside el centro del conjunto una figura etérea, la de Transfiguración de Cristo tras su Resurrección.
Regresamos de nuevo a la estación intermodal para tomar un bus de vuelta al hotel  donde llegamos alrededor de la 18:30H.
Un poco de relax en la habitación, cena, música disco en el salón del hotel y a descansar.

Este sabado teniamos reservada la cena con espectaculo en un caseron llamado "Son Amar", habilitado para este tipo de festejos y situado a unos 30 km del hotel en dirección a Sóller. Mientras llegaba  la hora de trasladarnos a este lugar, tuvimos un dia de relax en el hotel. En primer lugar visitamos el pequeño mercadillo que instalan cerca de la oficina de correos para a continuación  tomar un café en la terraza del café Mozart. Enseguida llegó la hora del buffet en el hotel y a media tarde visitamos el Spa para tomar un baño y una sesión de Jacuzzi.
Hacia las 19 horas nos recoge el bus que ha de transportarnos a la sala de fiestas "Son Amar". Hacia las 20:00 entramos ordenadamente en la sala, enseguida nos indican nuestra mesa situada bastante cerca del escenario y muy centrada. Segun nos informaron previamente, el espectaculo que se nos ofreceria se titulaba "Hot Nights Cool Moves", un show dinámico, divertido, sensual y con un ritmo trepidante. Actuaciones a través de un elenco internacional de diferentes estilos y culturas, desde el este al oeste pasando por supuesto por España, para disfrutar del mejor flamenco que se pueda ver en la actualidad. Todo ello acentuado con detalles de comedia visual y acrobacias increíbles.
El menú que nos sirvieron : un aperitivo a base de pan con tomate y jamón, crema de calabaza, redondo de ternera y pudín. Estaba  bien cocinado y el servicio bastante rápido y eficiente.
El espectaculo en general estuvo aceptable, quizas muchos watios de potencia en el sonido y algún número que parecía claramente de relleno.
Finalizado el espectaculo, nos ofrecieron una sesion de musica y luz en una zona exterior que dispone de unas fuentes luminosas.
Regresamos al hotel en el entorno de la 00:00 Horas.

Con el cambio de hora en la madrugada de este domingo, nos pareció
que habíamos dormido bastante menos. teníamos toda la mañana por delante para desayunar tranquilamente y eso sí deberíamos comer algo temprano ya que teníamos prevista un paseo marítimo desde el puerto de Palma en un catamarán. El comedor no lo abrían hasta las 13:00 horas y el bus para viajar al puerto de Palma nos recogía en el hotel a la 14:15, así como a otras personas en hoteles de El Toro y Magaluf.

Sobre las 15:30 llegábamos al puerto deportivo de Palma donde nos esperaba un catamarán  para iniciar la travesía marítima bordeando la costa hasta las proximidades de Calviá. El barco inicia su marcha pasando cerca de el único crucero que estaba atracado hoy. Nos adentramos en Porto Pi desde donde podemos divisar en tierra "la Torre de Paraires" que tuvo en su momento una función de señalización y defensiva, es de planta cuadrada, cubierta plana y las cuatro paredes son ciegas con
aspilleras como aberturas. La cubierta está terminada con almenas. Poco después divisamos el Faro de Porto Pi, que comenzó a funcionar a comienzos del siglo XIV, siendo el segundo faro más antiguo de España, detrás de la Torre de Hércules, y el tercero del mundo, detrás del anterior y de la Linterna de Génova. Desde 1617 está en su emplazamiento actual. Seguimos bordeando la costa hasta divisar los jardines y el palacio de Marivent que en castellano significa de mar y viento. Es la residencia estival de la Familia Real Española, y el palacio preferido de Su Majestad la Reina Doña Sofía, quien reside gran parte del año en este palacio​ y desde donde acude a sus actos oficiales en el resto de España. En verano siempre le gusta reunir allí a todos sus nietos y a sus tres hijos, el rey Felipe VI, la infanta Elena y la infanta Cristina, quienes tienen dentro del palacio un área privada para su uso y disfrute personal. La propiedad es de titularidad de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares.
Pasamos junto a Cala Mayor, uno de los complejos turísticos más antiguos de Mallorca. Gracias a su posición resguardada, sus aguas son cristalinas y azuladas y la playa dispone de fina arena blanca y buenas instalaciones como por ejemplo un lujoso hotel de cinco estrellas el Nixe Palace. Continuamos por Cala Guix, Cala nova, el gran edificio del hotel Meliá Mar, playa de Ses Illetes, Cala Comtese, Isla de Sa Caleta etc. Nos acercamos a la playa de Porto Novo desde donde giramos para iniciar el regreso al puerto de Palma. Fue en ese momento cuando la tripulación del catamarán nos sirvió unos cafés acompañados de unas porciones de ensaimada. En el puerto de Palma nos esperaba el bus que nos traslada de nuevo a  nuestro hotel en Santa Ponsa donde llegaríamos en el entorno de la 19:00 horas. Finalizamos el dia con la cena, unas infusiones y música de baile en el salón del hotel.


Empezaba el mes de Abril y teníamos reservada un viaje en un tren de época a la población de Sóller. De nuevo fue una jornada de madrugar y desayunar pronto ya que nuestra salida para la excursión estaba prevista para las 08.20 horas. Recogimos a alguna persona más en Magaluf para después dirigirnos hacia el apeadero de Son Reus donde tomaríamos el tren a Sóller. Desde 1912, el Ferrocarril de Sóller une las ciudades de Palma y Sóller conservando su carácter original. Se accede a las sensaciones que le ofrece el tren a lo largo de su recorrido: Los paisajes mediterráneos de la Sierra de Tramuntana, perceptibles solamente desde estos caminos de hierro, y la inolvidable experiencia de viajar en la única máquina del tiempo que hasta el momento le asegura un salto al pasado.
A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.
La línea se inauguró el 6 de Abril de 1912 y es actualmente una de las pocas líneas ferroviarias privadas de España (la gestiona la empresa Ferrocarril de Sóller S.A.), manteniéndose en activo por utilizar la maquinaria de principios del siglo XX, lo que hace que esta línea tenga interés turístico por sí misma. Fue construido gracias a la contribución de mucha gente de Sóller, aunque fuese humilde.
La línea está dividida en dos tramos: el tren de Sóller propiamente dicho
,entre Palma y Sóller con un recorrido de 27,3 km y el tranvía entre Sóller el Puerto de Sóller con 4,9 km de recorrido.
Mientras esperábamos la llegada del tren se nos dio tiempo libre que aprovechamos para visitar los WC y tomar un café en uno de los bares del apeadero.
Iniciamos nuestro recorrido y a pocos kilómetros nos vernos sumergidos en el paisaje de la Sierra de Tramuntana, con el perfume del campo y de los naranjos envolviendolo todo, te transporta siglos atrás, cuando este tren comenzó a hacer su trayecto centenario. Nos relajamos ante el paisaje y nos entusiasmamos con él.
La vía nos lleva por casi 28 kilómetros de hermosas vistas, con varios túneles, puentes, un viaducto y emocionantes curvas.
Sus vagones de madera, mimados con esmero, y su traqueteo nos devuelven a 1912 cuando fue inaugurado. Hasta ese momento, Sóller era una población casi aislada del resto de Mallorca, asentada en un valle de la Serra de Tramuntana. Entonces viajar a la ciudad de Palma, a solo 23 kilómetros, era una interminable ruta de cuatro horas que se realizaba en carros de mulas, a través de las angostas y sinuosas laderas del Coll de Sóller.
El tren llegaba a Sóller hacia las 11:30 y nos dirigimos hacia el centro de la población, la plaza de la Constitución donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento y la iglesia de San Bartomeu. Esta zona de la sierra tiene fama de  cultivar las mejores naranjas y limones de toda la isla y en estos días se estaba celebrando la semana de los cítricos razón por la cual la ciudad se encontraba engalanada con estos frutos de diversas maneras y en todos los locales se ofrecen zumos de naranja o limón recién  exprimidos. Teníamos tiempo libre que aprovechamos para recorrer una de las calles más comerciales de la ciudad. También visitamos un pequeño mercado donde tomamos un zumo de limón+naranja. 
En Sóller se han encontrado, vestigios de la cultura talayótica que se remontan a una época comprendida entre el 5200 a.c. y el 2700 a. c. En el Museo de Mallorca hay tres estatuas de bronce(siglos IV-III a.C.) de una divinidad bélica de la prehistoria balearSóller está situada justo en medio de un ‘valle de naranjas’ o ‘valle de oro’, como también se le suele denominar. Se hizo próspera gracias a la gran abundancia de cultivos de
cítricos en el valle. En el siglo XIX, cuando la zona estaba aislada del resto de Mallorca por las montañas, las naranjas se exportaban a Francia desde el Port de Sóller. La plaza principal, Plaza de la Constitución, es el corazón latente de Sóller. Está repleta de bares y cafeterías y coronada por la vista más representativa de Sóller: la majestuosa iglesia de Sant Bartomeu. El tranvía que conecta Sóller con el puerto, pasa por el centro de esta espléndida plaza. La Iglesia parroquial de San Bartolomé de Sóller está situada en la plaza de la Constitución, de la que es el edificio más emblemático. La nave es única, con siete capillas. Tiene dos entradas: el portal mayor, al que se accede por la plaza de la Constitución, y el Portal de Arriba. El corazón se encuentra en una tribuna, sobre el portal principal y fue construido entre 1908 y 1946. El órgano está justo encima del arco central del corazón.
Desde aquí, regresamos a la estación del ferrocarril donde tras una breve espera tomamos el tranvía con dirección al puerto de Sóller donde teníamos previsto comer. 
El Tranvía de Sóller​ fue inaugurado el 4 de octubre de 1913 y entró en servicio el 13 de octubre de ese mismo año.  Une el pueblo de Sóller con su puerto marítimo. Circula por las calles del centro de Sóller y cruza los campos y huertos de cítricos, sobre una vía de 914 mm de anchura idéntica a la del ferrocarril de Sóller.
Entre las infraestructuras construidas, destaca el puente de hierro erigido sobre el Torrente Mayor. A pesar de que el tranvía estaba pensado para el transporte de pasajeros, también se usó para el tráfico de mercancías hacia el puerto. Actualmente el tranvía de Sóller es uno de los principales elementos representativos de la localidad balear. Es usado principalmente por los turistas que visitan el pueblo.
En el puerto de Sóller, tuvimos un tiempo libre que utilizamos para conocer el entorno y tomar unas cervezas. Hacia las 14:00 horas estábamos frente al restaurante Altamar donde la organización había previsto la comida, un menú a base de escudella y redondo de ternera que estuvo bastante aceptable.
Finalizada la comida caminamos hacia donde nos esperaba el bus con el que continuaremos nuestro recorrido.
Nuestro siguiente destino se situaba en un lugar llamado  Son Marroig, y en uno de los miradores más solicitados y curiosos de la isla de Mallorca el de Na Foradada, en la Sierra de Tramuntana, con un paisaje espectacular. Es uno de los accidentes geográficos más conocidos y curiosos de la isla, con el peculiar agujero en la roca ("forat", "foradada", agujereada) que le da nombre.
Nos dirigimos a pie hasta el edificio de lo que antes del siglo XVII fue conocida como la Foradada de los Masroig, y a partir de entonces hasta finales del siglo XVIII como Son Masroig de la Foradada.
El año 1624 era propiedad de Gabriel Masroig de la Foradada y en 1685 se valoró en 11.000 libras. En 1863 pasó a la familia Cortei, que la vendieron finalmente al Archiduque Luis Salvador, que la consideraba una de las casas mejor situadas de la isla.  No fue una operación fácil y cuando finalmente la adquirió fue por un precio muy superior a la que
correspondía pero, según dice las costumbres populares de Deyá, el Archiduque afirmaba que con todo el dinero que había dado no había pagado ni el agujero de la Foradada. Empleó el pequeño puerto natural para tener su barco, el Nixe, y llenó sus olivares de miradores.
A la muerte del Archiduque esta posesión, como todas las de Mallorca, pasaron a manos de su secretario, Antoni Vives Colom. Hoy en día sigue siendo de sus descendientes, que tienen un museo dedicado a la figura del Archiduque.
El famoso mirador de Son Marroig es un templete de mármol de Carrara y fue construida por el Archiduque imitando lo que hay encima de la isleta del jardín Pallavicini, en Pegli, cerca de Génova, que a su vez imita el tholos griego. Se levanta sobre una base circular de cuatro escalones y consta de ocho columnas jónicas.
Una última parada antes de regresar al hotel, la hicimos en la fábrica de vidrio y cristal artístico "Lafiore". 
En Mallorca se ha soplado el vidrio desde hace siglos y las técnicas y el equipamiento requeridos han cambiado poco con el paso del tiempo.
Se cree que fueron los fenicios los que introdujeron el arte de la fabricación del vidrio en la isla en el siglo II a.C., aunque el horno más antiguo de vidrio del que se tiene constancia se remonta al 1327.
A la hora que llegamos a la instalación, había finalizado el horario de trabajo de los operarios lo que no nos permitió presenciar alguna demostración del vidrio soplado, nos limitamos a una breve explicación del proceso para inmediatamente pasar al área comercial y a la exposición.
Llegamos al hotel pasadas las 6 de la tarde y decidimos dar un paseo y tomar algo hasta la cafetería "La Rotonda". 
Hacia las 20:00 horas regresamos al hotel para bajar a cenar.

Hoy es martes 2 de Abril, la fecha en la que teníamos reservado el alquiler de un coche. Puntualmente a las 8:30 firmaba con el representante de EuropCar el contrato de un Nissan Micra de color gris plata con matrícula 6101KHB, para usarlo durante tres días.
El plan para este dia pasaba por visitar la zona norte de la isla, justo
hasta el cabo de Formentor. Iniciamos la excursión en torno a las 10:00 horas e hicimos una primera parada en Binissalem a unos 42Km en el centro de la isla. El nombre del pueblo puede derivar bien de Banu Ssálam (hijos de la paz), o bien de Banu Ssálim (hijos de Ssálim). El municipio pertenece a una de las comarcas vitivinícolas más importantes de la isla, amparados por la Denominación de OrigenEn Binissalem es fácil encontrar restos de la época talayótica, romana e islámica. De una época más cercana, hablamos de finales del siglo XVIII y principios del XIX, hay en Binissalem edificios que han consolidado el pueblo como conjunto histórico-artístico (1983). Si algo sorprende en Binissalem, aparte de las hermosas casas forradas de piedra, es la Plaza de la Iglesia y especialmente, su iglesia, majestuosa y espectacular dedicada a Nostra Senyora de Robines, realizada en piedra de Binissalem y con la torre más alta de toda Mallorca.
En el exterior de la plaza dos esculturas celebran las dos actividades más importantes de la villa: el trabajo de la piedra y la elaboración de vino.
Reanudamos viaje  pasando por Pollensa en dirección al puerto. Aparcamos el coche  y paseamos bordeando la cala hasta el puerto deportivo. Nos adentramos en las calles del interior con la intención de tomar unas cervezas y acabamos en la terraza del bar Hostal Borras y dada la hora que era aprovechamos para comer un plato típico de Mallorca, el Tumbet, muy similar a la sanfaina. En su origen únicamente se utilizaba el excedente de hortalizas de temporada: berenjenas, patatas, pimientos rojos y tomates. El tumbet se puede comer solo como si fuera un plato vegetariano, pero en la cocina local mallorquina se sirve frecuentemente para acompañar el lomo de cerdo o pescados, según la época del año.
Salíamos de la zona del puerto en dirección al cabo de Formentor.
Nuestra primera parada la hacemos a unos 6km de constantes curvas, en el llamado "Mirador de Es Colomer"  también llamado de Sa Creueta. 
Se trata de una roca vertical de más de 200 metros de altura que permite unas espléndidas vistas. Hay una zona donde podemos aparcar el coche y enseguida nos encontramos frente al monumento a Antonio Parietti Coll, que ideó el mirador. El ingeniero también diseñó los 18 kilómetros de carretera hasta el faro. Ascendemos por unas  escaleras labradas en la roca que nos conducen a un  espacio de paisajes espectaculares hasta el final, donde un par de pequeñas explanadas circulares nos permiten las mejores vistas, con la isla del Colomer al fondo. Aquí acaba la Serra de Tramuntana con sus impresionantes paisajes que combinan mar y montaña. 
Desde este punto se puede tomar una carretera secundaria de curvas que nos lleva a la atalaya de Albercuix, construida a finales del siglo XVI, situada a 390 metros por encima del nivel del mar que nos ofrece unas panorámicas increíbles de la bahía de Pollença.
Continuamos nuestro recorrido por una carretera sinuosa que nos conduce a la playa de Formentor, algunas calitas de difícil acceso y por último el final del cabo Formentor con su faro, desde donde en días claros se puede ver Menorca al norte. Nuestro ascenso se vio interrumpido durante unos minutos debido a el accidente de un ciclista que tuvo que ser atendido por los servicios de urgencia que se desplazaron desde Pollensa. Reanudada la marcha terminamos de recorrer los casi 14km de curvas hasta que apareció a lo lejos la imagen inconfundible del faro.
El faro de Formentor, a 188 metros sobre el nivel del mar, fue el faro de las Islas Baleares más complicado de construir debido a su situación en la península de Formentor. Con una torre de 56 metros de altura,​ entró en funcionamiento en 1863,​ y se instaló una línea eléctrica en 1962, aunque las tormentas obligaron a la posterior instalación de grupos electrogenos. En la actualidad funciona con energía solar fotovoltaica y lleva más de 150 años  de servicio guiando a los marineros  y navegantes por estas costas del  Mediterráneo.
Las instalaciones del faro dispone de una zona de aparcamiento y un bar con aseos que nos aprestamos a utilizar. Nos tomamos un descanso frente a unas tazas de café mientras una de las camareras nos alertaba sobre el cuidado de nuestras pertenencias ya que al parecer y en un sitio como este se estaban produciendo robos con demasiada frecuencia. 
Iniciamos el descenso hasta Pollensa para desde allí dirigirnos a Alcudia, nuestro siguiente destino y uno de los pueblos más bonitos de Mallorca. El nombre de la población tiene sus orígenes en el asentamiento musulmán Al-qudya.        
Aparcamos en el exterior de la ciudad amurallada frente a la Puerta de Mallorca donde sobresalen las dos  torres de vigía  unidas por un gran arco. Desde aquí iniciamos nuestro recorrido por el casco antiguo totalmente amurallado de la ciudad. Uno de los primero  edificios que encontramos es el de la Iglesia de Sant Jaume que en  sus orígenes estaba integrada en la misma muralla y formaba parte de la vigilancia de la ciudad. Esta iglesia no es más que una reconstrucción hecha en el siglo XIX de la antigua iglesia fortaleza que quedó totalmente destruida. La construcción del templo primitivo comenzó por el rey Jaime II hacia el 1302, pero el 18 de febrero de 1870 se desplomó toda la bóveda de la iglesia. Sólo​ ​quedó la capilla del Santo Cristo, obra del siglo XVI. Pasaron doce años desde el​ ​desplome de la antigua iglesia hasta la construcción de la actual, que
finalizó en 1893. La iglesia, que es de estilo neogótico,está dedicada a Santiago, patrón de la ciudad de Alcúdia. Cien años después de su reconstrucción, en 1993 fue consagrada por el Obispo de Mallorca. La Iglesia de Sant Jaume, situada en el mismo lado de la muralla medieval, ocupa el solar donde se construyó la primitiva del siglo XVI. Esta construcción ligada a la historia de la villa originariamente tenía una apariencia de fortificación (sobre su cubierta se llevaban a cabo las tareas de vigilancia). Su estructura formaba parte de la muralla y sólo presentaba una abertura hacia el interior del pueblo. 
En el interior de la imponente muralla encontramos un fabuloso casco antiguo de trazado medieval peatonal, con multitud de monumentos históricos y ejemplos de casas señoriales que han conservado todo su encanto. La zona peatonal ofrece una amplia variedad de restaurantes, cafés con preciosas terrazas y acogedores patios, tiendas de artesanía, boutiques y especialidades mallorquinas. 
Subimos a las murallas que están muy bien conservadas y recorrimos un tramo restaurado del camino de ronda, que tiene un total de 1.5 km​. ​La vista desde lo alto de la muralla nos depara unas vistas increíbles del pueblo y de la Sierra de Tramuntana.
Iniciamos el regreso al hotel hacia las 19:30, teniamos algo mas de 70km por delante. Llegamos hacia las 20:30 y tras aparcar en las inmediaciones del hotel nos preparamos para cenar. Tras la cena jugamos unas partida de cartas al "Despistao".

El miercoles dia 3, nos decantamos por visitar la zona este de la isla y así tras desayunar tranquilamente partimos para recorrer los 70km de buena carretera que nos separaban de Manacor. Enseguida encontramos aparcamiento muy cerca del centro de la población y nos desplazamos a pie hasta la zona del Ayuntamiento. Antes de visitar este edificio, recuperamos fuerzas en la terraza de una cafetería próxima llamada bar Claustre. 
Manacor es el segundo municipio en extensión e importancia de la isla de Mallorca, ubicado a 54 km de Palma en las Islas Baleares. En su historia, se cree que hubo presencia humana en la zona en el año 2000-1200 a.C. De este período destacan las cuevas artificiales como lugar de enterramiento, y las navetes, construcciones aisladas o agrupadas en poblados, utilizadas como habitáculos. También posee restos de la época talayótica. Visitamos el claustro en torno a un patio rectangular, formado por arcadas de medio punto de cuidadas proporciones, claustro que forma parte de las instalaciones municipales pero que antes de la desamortización formaba parte del convento de San Vicente Ferrer, que en 1576 construyó la Orden de Los Predicadores. Como ampliación a la capilla de este convento se construyó la iglesia que se puede ver actualmente como un bello templo austero y sencillo, erigido a fines del siglo XVI. La sobria fachada es de estética dominica aunque se observan detalles góticos como los de la torre anexa con remate piramidal, y detalles clásicos en el frontón que corona su puerta.
Nos indicaron donde localizar el museo de historia de la ciudad, pero no lo entendimos bien y caminamos hasta el lugar donde estuvo ubicado pero había sido trasladado a la periferia de la población. Regresamos al coche para dirigirnos a visitar este museo D'historia de Manacor, situado al lado del complejo deportivo que el tenista Rafa nadal tiene en esta ciudad.
EMuseo de Historia de Manacor se ubica en la Torre dels Enagistes, un ejemplo único de la arquitectura señorial mallorquina del siglo XIV. El edificio sede del museo es un ejemplo de casa gótica rural fortificada y está formado por una serie de cuerpos rectangulares dispuestos en torno del patio. Estos cuerpos son fruto de las diferentes épocas en que fueron añadidos.
Dispone de cuatro salas dedicadas a la época prehistorica, la cultura romana y el período islámico con interesantes muestras del paso de diversas culturas por las Islas Baleares.
El Museo cuenta también con una colección de muebles en miniatura de diferentes épocas, cerámicas arqueológicas, maquinaria agrícola, herramientas de campo, obras medievales islámicas, numismática, etc.
En la segunda planta pudimos ver una exposición monográfica sobre "Los cuentos infantiles en la guerra", donde se explica la producción editorial infantil llevada a cabo durante la Guerra Civil Española, poniendo el acento en el bando republicano. La exposición nos muestra como los cuentos infantiles van a formar parte del engranaje propagandístico del momento. Los cuentos infantiles se van a convertir en un arma singular para enseñar a los más pequeños el mundo dual de buenos y malos que se estaban enfrentando de forma fratricida en el campo de batalla. 
Finalizada la visita al museo, nos dirigimos a la zona del puerto de Manacor  también conocido como Porto Cristo. Aparcamos cerca de la zona del puerto y  tras hacer un recorrido por el paseo marítimo a fin de comprobar la oferta gastronómica que se ofrecía, decidimos sentarnos a comer en la terraza de la cafeteria-heladeria Porto Cristo. Una comida típica para turistas que no guardaremos en nuestra memoria. 
Porto Cristo en el pasado fue el ajetreado puerto que daba servicio a Manacor, hoy en día Porto Cristo es un tranquilo destino de vacaciones. Su nombre viene de tiempos de la reocupación cristiana de la isla, en el año 1260 d.C. y significa Puerto de Cristo. Existe una leyenda que cuenta que una mañana se encontró en la playa una barca arrastrada por la marea, que contenía un crucifijo. Los lugareños lo vieron como una señal y bautizaron al pueblo como Porto Cristo. Fue también el único pueblo de Mallorca que tuvo parte en la guerra civil española, cuando fue capturado por los republicanos en 1936.
En nuestro paseo inicial por el paseo marítimo pudimos ver una preciosa
estatua de una sirena y cerca de donde aparcamos el coche y  en la Plaza del Carmen se encuentra la iglesia de la Mare de Déu del Carme, en honor de la patrona de los marineros. La primera iglesia fue construida entre el 10 de mayo y principios de julio de 1890 bajo la advocación de la Mare de Déu del Carme. El 1914 se instaló el vía crucis y un pequeño órgano. Desde el primer momento ya se vio que el espacio de culto era insuficiente y se tuvo que hacer una ampliación que pasó por diversas fases. No fue definitivamente inaugurada hasta el mes de agosto del año 1949.
Cerca de Porto Cristo está el famoso sistema de cuevas de las Coves dels Drach, que significa cuevas de dragones, y las Coves dels Hams, o cuevas del garfio, por las figuras de las formaciones rocosas naturales que contienen.
Nos despedimos de Porto Cristo, encaminandonos hacia el punto final de
nuestra excursión de hoy, Portocolom que está en el distrito de Felanitx  y es uno de los más atractivos en esta costa de Mallorca. Es un pueblo pesquero tradicional, con mucho encanto. El pueblo está enclavado alrededor de una gran bahía de forma irregular, en el que los cobertizos, el faro y los barcos anclados añaden belleza a la naturaleza pintoresca del lugar. Hay un muelle largo donde se mezclan las embarcaciones de ocio con los barcos de pesca locales. Portocolom fue nombrado por Cristóbal Colón, de quien se dice que nació en esta localidad. Antes del boom del turismo del siglo XX, Portocolom solía ser un pequeño puerto pesquero, un edificio que lo simboliza es la lonja, pero en las últimas décadas el turismo (mayoritariamente de sol y playa) se ha convertido en la principal actividad económica.
Portocolom, es uno de los pocos puertos naturales de la isla de Mallorca. Esta característica permite que muchos barcos busquen refugio en este lugar a lo largo de la temporada veraniega, rompiendo el encanto de la pequeña bahía de este histórico puerto de marineros que a lo largo de muchos años atrás han empleado embarcaciones como el típico laúd marinero elaborado por los carpinteros de riberaSu parroquia, construida a finales del siglo XIX en estilo neogótico y situada en la plaza de San Jaume, está dedicada a la Virgen del Carmen Y fue frente a esta pequeña iglesia, en un bar de esta plaza, donde nos tomamos un pequeño respiro tomando unos cafés, mientras planeábamos el regreso a nuestro hotel, que iniciamos un poco antes de las 18 horas para recorrer los 85km. llegamos pasadas las 19:00 horas, a tiempo para pasar por la habitación y bajar a cenar a las 20.30H.


Ya era jueves 4, mañana tocaba regresar a Barcelona y la previsión para hoy era dirigirnos hacia palma pasando previamente por el castillo de Bellver distante a unos 16km del hotel.
Pasadas las 10 de la mañana partíamos hacia ese primer objetivo.
El castillo abre sus puertas a los visitantes a las 10 horas, la mañana se presentaba algo fresca, hacía viento y lo primero que hicimos fue adquirir las entradas (2€ para los jóvenes de más de 65 años), para a continuación tomar unos cafés y entrar en calor.
Entre las construcciones erigidas a lo largo de la historia de Mallorca, el castillo de Bellver, es, sin duda una de las más originales y emblemáticas. El castillo fue construido entre 1300 y 1311 por orden directa del rey Jaume II de Mallorca y está situado a unos 3 kilómetros del centro de la ciudad de Palma, sobre una colina de 112 metros de altura.
La etimología de su nombre "bella vista", nos da una pista de lo que podremos observar desde el castillo, unas vistas espectaculares a la Bahía de Palma, la ciudad y a la Sierra de Tramuntana.
Consta de un edificio de estilo gótico de planta perfectamente circular, que se organiza alrededor de un patio central también circular, con cuatro grandes torres orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.
Aunque se han intentado buscar precedentes de castillos circulares en los que Bellver podría haberse inspirado, todo indica que la obra mallorquina es una obra innovadora genuina. 
El material usado en la construcción del castillo de Bellver es marès, un tipo de piedra arenisca fácil de trabajar y que se encuentra frecuentemente en toda la geografía balear.
La construcción del castillo de Bellver era consecuencia de una planificada organización de las acciones defensivas por parte de la Casa Real Mallorquina. Se concibió también como un palacio-fortaleza donde los gobernantes podrían refugiarse con seguridad en caso de peligro.
A partir de la Guerra de Sucesión (1700-1715) el castillo se convirtió en la principal prisión política y militar de la isla. Ya en tiempos de la guerra Civil Española (1936-1939) el castillo vivió los momentos más tristes y amargos de su historia, con el encarcelamiento de más de 800 presos republicanos defensores del gobierno legítimo surgido democráticamente de las urnas. 
Es en el interior del castillo donde puede contemplarse toda su grandeza y exquisitez y ver que, aparte como fortaleza, el castillo fue concebido como una residencia real con unos acabados elegantes y refinados. En la planta baja estaban las estancias destinadas básicamente al abastecimiento de Bellver, mientras que en la planta noble se ubicaban las habitaciones y dependencias de la familia real, las salas oficiales para la celebración de reuniones, recepciones y ceremonias, así como la capilla de San Marcos.
Como Museo de Historia de la Ciudad, en sus salas Bellver ofrece un recorrido por la evolución de Palma, desde los asentamientos talayóticos hasta el siglo XX.
El Museo de Historia de la Ciudad aloja una parte importante de una colección piezas escultóricas clásicas adquirida por el Ayuntamiento de Palma en 1923.
Finalizada la visita al castillo, nos dirigimos hacia el centro de Palma con la intención de localizar un aparcamiento LowCost junto a la estación Intermodal de la plaza de España. 
Tras callejear por diferentes zonas de la ciudad, algunas ya las habíamos visitado en nuestra anterior visita a la ciudad, decidimos buscar un lugar para comer y localizamos un bulevar peatonal repleto de restaurantes de todo tipo. Finalmente nos decidimos por uno llamado "El Mariscal del Jamón", un local espacioso y cómodo, con un menú a 10€ muy aceptable y un servicio adecuado.
Tras la comida seguimos paseando por la ciudad buscando algún objeto que llevar como regalo a familiares y amigos.
hacia las 16:30, cansados de caminar decidimos recoger el vehiculo y regresar al hotel. El resto de la jornada la pasamos relajandonos en el hotel. 

Todo tarde o temprano concluye, y este era nuestro caso en el dia de hoy viernes 5 de Abril de 2019. Tocaba regresar a casa, así que como a última hora de ayer ya habíamos hecho las maletas solo quedaba desayunar tranquilamente, pasar por recepción para entregar las llaves y ajustar cuentas con el hotel sobre los gastos extras. Terminados estos trámites el bus que nos llevaría al aeropuerto de Palma llegó puntualmente a las 10:15H, de manera que una hora después estábamos en la cola de facturación de Vueling. Recogida la tarjeta de embarque nos dirigimos hacia la puerta correspondiente para ejercitar la paciencia ya que nuestro vuelo 3905 de Vueling tenia previsto su despegue a las 14:20 y llegada a Barna a las 15:09. Al rato en una de las comprobaciones que hicimos en el panel de situación de los vuelos empezó a aparecer el mensaje de "Retrasado". Esto significó que por razones técnicas que nadie se digno explicar, nuestro vuelo se retrasó casi una hora. Al menos el vuelo discurrió con normalidad, pudimos enlazar con el bus sin problemas y aterrizamos en casa a casi las siete de la tarde, dando por finalizada esta excursión de 10 días a la isla de Mallorca